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han despegado en el hogar frente a las
impresoras, primero por su poca dife-
rencia de precio y segundo porque la
función de escáner de una multifunción
ha mejorado hasta casi igualar un escá-
ner suelto. El “todo en uno” de tinta no
tiene prácticamente rival en el hogar.
En términos empresariales, la impre-
sora de tinta tiene un coste fijo bajo y
un variable elevado mientras que la
equivalente láser soporta un fijo alto y
un variable bajo. Si se imprime mucho,
sale a cuenta una láser; para cantidades
reducidas, una de tinta. Durante años,
esta distinción por necesidades de
impresión ha sido básicamente cierta.
Los fabricantes de impresoras, además,
subvencionaban en cierto modo el
precio de la impresora o multifunción
de tinta a cambio de poner un precio
elevado a los cartuchos. El entorno
económico durante buena parte de la
primera década de este siglo también
ayudó a perpetuar el modelo.
Ya hacía unos cuantos años que las
afirmaciones anteriores admitían múl-
tiples matices, pero ha sido ahora, con
el brutal estallido de la crisis, cuando el
binomio entre láser y tinta se ha puesto
patas arriba, ayudado también por el
progreso tecnológico. Se ha llegado a un
punto de que a una empresa con eleva-
dos volúmenes de impresión le puede
salir más a cuenta adquirir un aparato
multifunción de tinta. En cambio, cada
vez es más difícil que a un hogar o a un
profesional con necesidades de impre-
sión moderadas le sea rentable adquirir
una impresora láser, aunque sea barata
y personal.
En el caso de las impresoras, el problema
vino con el rellenado de los cartuchos.
Con el precio del litro de tinta a varios
centenares de euros, era evidente que
salía a cuenta que una empresa distinta
del fabricante de impresoras rellenara
el cartucho vacío. Aunque el resultado
no fuera exactamente el mismo que con
el empleo de cartuchos originales, era
muy aproximado.
Además, la tinta de relleno tampoco
tenía necesariamente que ser mala, por-
que siempre han existido fabricantes de
tinta de la máxima calidad, tanto para
plumas estilográficas como pinceles u
otros sistemas de escritura y sobre todo
de impresión. Y rellenar un cartucho no
es ilegal; lo que no se puede hacer es
fabricar un cartucho como el original
porque entonces se incurre en una fal-
sificación de un producto debidamente
registrado y protegido.
El resultado ha sido la proliferación de
tiendas que venden cartuchos recicla-
dos, tanto de tinta como láser, y con
diferencia de precio importante entre
el cartucho original, que también ven-
den, y el reciclado o rellenado. Incluso
hay cadenas de tiendas de cartuchos,
que ofrecen garantías. Y, por supuesto,
emiten facturas, con lo que las empresas
pueden abastecerse sin problemas. Es
un negocio perfectamente legal, para
desespero de los fabricantes.
Cartuchos más grandes
Los fabricantes de impresoras, como es
natural, no se han quedado cruzados de
brazos viendo cómo perdían márgenes
con la venta de cartuchos reciclados.
Cada vez se
imprime más
desde aparatos
móviles como
la tableta o el
smartphone
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN.PESO POR PRODUCTO.VALOR
La tinta, rentable
La tinta, en definitiva, es cada vez más
rentable para el usuario. Tampoco tiene
nada de extraño, porque hace siglos,
por no hablar de milenios en China,
que se utiliza para escribir. El elemento
extraño y sofisticado es, en realidad, el
tóner que se adhiere al papel mediante
un proceso de fusión, quemándolo
literalmente.
El proceso de impresión más sencillo,
de hecho, es el que utilizaban al princi-
pio las llamadas impresoras matriciales,
que consistían en un cabezal con nueve
y después más agujas que configuraban
la letra o el número y los imprimían a
través de una cinta, de modo relativa-
mente similar a las máquinas de escri-
bir. Ahora, las impresoras matriciales
son una reliquia, pero hasta hace no
mucho se utilizaban profusamente por-
que tenían una gran ventaja aparte de
su economía: como impactaban sobre el
papel se podían hacer varias copias con
el uso de papel autocopiativo.
El modelo de subvencionar la compra
de la impresora de tinta y sacar el bene-
ficio con el cartucho dista de ser único.
Las operadoras de telecomunicaciones
móviles, sin ir más lejos, lo han hecho
prácticamente profusamente en España
durante las dos últimas décadas, rega-
lando el terminal e incluso añadiendo
un bono de llamadas gratuita para
captar clientes y cobrar después un alto
precio por llamada. Cualquier modelo
de subvención, sin embargo, tiene un
límite y siempre hay alguien dispuesto
a sacar provecho de los puntos débiles
del sistema.
33
4
7%
19%
PC sobremesa
Portátiles
Netbooks
Impresoras de tinta
Resto impresoras
Multifunciones
Otros
10%
37%
8%
2%
1%
3%
49%
8%
32%
3%
1,5%
0,5%
3%
52%
2011
2012
Fuente: Consultoras. Elaboración: Electromarket
1...,55,56,57,58,59,60,61,62,63,64 66,67,68,69,70,71,72,73,74,75,...92