45
E
l otro frente que está revitalizando el sector del au-
dio, que desde hace años está estancado en cuanto a
facturación, procede de las minicadenas que, además
de llevar USB externo para conectar cualquier reproductor y
disponer o no de reproductor de CD y radio digital, incluyen
conexión inalámbrica para recibir el sonido de cualquier
fuente de la sala y reproducirlo a través de los altavoces.
Estas minicadenas, aparte de un tamaño compacto, destacan
por su buen acabado y su par de altavoces que reproducen
fielmente la música con un tamaño razonable.
Finalmente, está el segmento más clásico del audio, formado
por un lado por las cadenas de componentes sueltos de alta
fidelidad, con todo tipo de precios y características pensadas
para satisfacer a los oídos más exquisitos o a los que tienen
suficiente con una buena relación entre calidad y precio, y
por otro las cadenas de sonido envolvente, pensadas sobre
todo para complementar a los televisores. La tendencia ac-
tual es el 2.1, es decir, dos pares de altavoces a cada lado del
televisor y un equipo de refuerzo de sonidos graves que se
puede colocar en cualquier rincón. Una variante, aunque no
acaba de convencer a los usuarios españoles y europeos, es
la barra de sonido que se pone debajo del televisor.
Complemento de las tabletas
El principal atractivo de las tabletas es que están creando un
amplio mercado de accesorios específicos, como en su día
lo hicieron los ordenadores portátiles, los reproductores de
bolsillo o los teléfonos móviles. El mercado adicional que
generan las tabletas no es tan elevado como se pensaba en un
principio, porque por un lado han aparecido modelos muy
económicos, de precio similar a un reproductor multimedia
de bolsillo, y por otro están canibalizando a los portátiles.
El interés de las tabletas reside en que la información se
consume de forma distinta y, por tanto, se requieren unos
accesorios específicos, sean fundas, bolsas, tarjetas de alma-
cenamiento, mandos o altavoces.
El principal problema que tienen las tabletas y difícil de
integrar en el aparato es que el sonido no se escucha muy
bien, por una cuestión básica de dimensiones y de tamaño.
El espacio que se tiene para colocar los altavoces en los orde-
nadores portátiles es muy reducido, pero al menos da para
que la música se oiga mínimamente bien. En los móviles y
smartphones, en cambio, ni se intenta y se recurre de entrada
a los cascos para la música.
Las tabletas están en un terreno intermedio, en el que es posible
hacerlo todo y de forma bastante correcta. Pero para sacar pleno
partido de algunas aplicaciones, como escuchar música desde
una tableta, se requiere tener un altavoz con unas dimensiones
Çǰȱȱęȱȱȱȱȱȱȱȱ¢ȱȱ£ȱ
un sonido de calidad. Con los reproductores de sonido de bolsillo
pasaba lo mismo, aunque la forma de utilizarlos era diferente.
Si se quería escuchar música desde un reproductor de bolsillo
sin recurrir a los cascos, bastaba con tener una base con altavoz
para colocar encima el dispositivo.
Con la tableta se podría hacer lo mismo, pero lo usual es
tenerla entre las manos para ver la pantalla y así consumir
contenidos multimedia con la vista y el oído. Lo ideal es que
el sonido se transmita de forma inalámbrica a un altavoz y
que lo transforme en sonido audible de calidad. El altavoz
puede estar a una cierta distancia de la tableta o el portátil y
del usuario y de esta manera la música se oye mejor.
El altavoz puede estar conectado a la corriente en un lugar
de la sala de estar o de la habitación, aunque también existen
modelos que llevan una batería recargable integrada. Estos
últimos son recomendables para los usuarios muy nómadas;
son perfectos cuando se llega a la habitación del hotel y se
quiere escuchar un poco de música o ver una película con el
portátil o la tableta.
Wi-Fi o Bluetooth
Existen altavoces inalámbricos que funcionan con Wi-Fi,
otros con Bluetooth y algunos con ambos a la vez. El sistema
inalámbrico Wi-Fi de estos altavoces se conoce por las deno-
minaciones DLNA y AirPlay. Son dos variedades de comuni-
cación inalámbrica: la DLNA está aceptada por la mayoría de
empresas de electrónica de consumo y funciona con muchos
televisores, ordenadores y equipos de sonido, mientras que
Airplay es una variedad de Wi-Fi propia de Apple. Se da la
circunstancia, además, de que los aparatos inalámbricos de
Apple, con el iPod, iPhone o iPad, funcionan con Airplay
pero no con Bluetooth y menos con DLNA pese a que todos
son sistemas de comunicación inalámbricos.
Muchos aparatos de consumo DLNA son también Wi-Fi y
algunos incluyen la funcionalidad Bluetooth. De esta forma,
si se es usuario de productos Apple se tiene que buscar un
altavoz Airplay mientras que si se tiene un ordenador, tele-
visor, tableta o móvil de otra marca solo es preciso que sea
Bluetooth o DLNA o Wi-Fi para que funcione. Si se quieren
utilizar aparatos de Apple y de otros, existen altavoces que
funcionan con Airplay y además son DLNA y Bluetooth,
para una compatibilidad total sin cables. Los aparatos que
funcionan con Android, sean smartphones o tabletas, aceptan
Wi-Fi y DLNA.
En principio, DLNA, Wi-Fi o Airplay permiten alejar más el
altavoz; incluso aunque no se vea, aunque tiene poco sentido
tener un altavoz muy alejado. Por eso es suficiente que sea
ELECTRÓNICA DE CONSUMO.PESO POR PRODUCTO
(Enero -Diciembre 2012)
33
2
Videocámaras
LED
LCD
Plasma
DVD
Descodificador TDT
MP3+MP4
Otros
57,8%
6,7%
2%
3.5%
4,2%
7%
15,8%
3%