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Para el 2020, se prevé
que se conecten a la red
móvil 1.000 millones de
usuarios únicos, con lo
que se alcanzará la cifra
del 60% de la población
mundial
Las marcas más
establecidas tendrán
que reducir sus
márgenes para
mantener cuota
mientras emergerán
marcas menos conocidas
en el sector
El móvil híbrido o phablet, como algu-
nos lo llaman, que es una tableta con
pantalla de seis o siete pulgadas y ca-
pacidad 4G y Wi-Fi, también cuenta con
una oferta generosa por parte de sumi-
nistradores importantes procedentes del
sector informático, si bien no acaba de
convencer a nivel masivo. Es revelador
que la inmensa mayoría de smartphones
eran este año de cinco pulgadas o cinco
pulgadas y media, como si se hubiera
llegado al convencimiento por parte de
los fabricantes de que es lo que realmen-
te quieren los consumidores.
En materia de “wearables”, sean en for-
ma de pulseras o de relojes inteligentes,
el Congreso tampoco sirvió para des-
pejar incertidumbres y proponer ideas
realmente innovadoras. Para colmo, la
presentación del iWatch por parte de
Apple una semana después del MWC se
acogió fríamente o, por lo menos, sin el
entusiasmo que rodea todo lo que hace
Apple. El smartphone se ha vuelto tan
masivo, versátil e imprescindible que
el segundo dispositivo a llevar aparece
siempre muy relegado en cuanto a cifras
de ventas.
Smartphones “clónicos”
La profusión de los smartphones “cló-
nicos” y de su precio relativamente
asequible tiene que ver mucho con la
aparición de dos formatos básicos. Su
precio oscila entre los 200 y 300 euros,
dependiendo de si se quiere un apa-
rato con pantalla de cinco pulgadas y
procesador de cuatro núcleos o el más
avanzado con pantalla de 5,5 pulgadas
y procesador de ocho núcleos. En todos
los casos están bien construidos y con
diseño muy similar.
La gran mayoría de smartphones
funcionan con el sistema operativo
Android, en su versión 4.4 o la más re-
ciente 5.0. El procesador, que antes era
diseñado por Qualcomm y fabricado
bajo su marca, ahora es de Mediatek,
que lo ofrece a precio mucho más bajo.
Las pantallas, baterías, procesadores
de imagen y cámaras de fotos frontal
y trasera que equipan los smartphones
también han bajado de precio al fabri-
carse masivamente, del orden de 1.000
millones de unidades anuales.
La situación recuerda mucho a la de los
ordenadores personales de principios de
los noventa yde los portátiles en la primera
década de este siglo, donde más del 80%
de las ventas era muy similar en precio y
características. Las marcas más estable-
cidas tendrán que reducir sus márgenes
para mantener cuota mientras emerjan
marcas menos conocidas en el sector de
telecomunicaciones. La profusiónde oferta
debería llevar a una mayor reducción de
los márgenes, hasta que dentro de uno
o dos años haya una consolidación con
menos fabricantes en el mercado.
Los principales beneficiados de esta
situación serán los consumidores, que
podrán adquirir un smartphone de ca-
lidad y prestaciones avanzadas por un
precio razonable. Esto hará, sobre todo
en España, que cada vez se adquirirán
más terminales en el mercado libre, con
contratos con los operadores solo para la
conexión de voz y datos. Hace ya algún
tiempo que crece la venta de terminales
libres, que ya son cerca de la cuarta parte
en España y casi el 40% en otros mercados
europeos, pero con la baja de precio es
previsible que el impulso hacia el terminal
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Samsung intenta desmarcarse
Consciente de esta dinámica que va en
contra de los suministradores más es-
tablecidos, Samsung concentró sus am-
plios recursos de marketing en un solo
modelo de smartphone, en dos versio-
nes, el Galaxy S6 y S6 Edge. Internamen-
te, el S6 lleva un procesador fabricado
por Samsung con reglas de diseño de 14
nanómetros, lo más avanzado en estos
momentos y que sólo lo puede hacer
también Intel con sus procesadores para
ordenadores. Un chip de 14 nanómetros
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tiene mayor capacidad, en parte porque
los electrones deben recorrer menos
distancia para hacer lo mismo.
