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LÍNEA BLANCA. PESO POR PRODUCTO
HORNOS. SEGMENTACIÓN POR PRECIOS.
(UNIDADES %)
HORNOS. CLASIFICACIÓN POR TIPOLOGÍA
(UNIDADES %)
1 2 3,5
10
15
15
12
22
19,5
menos de 125 euros
entre 125 y 150 euros
entre 150 y 175 euros
entre 175 y 200 euros
entre 200 y 250 euros
entre 250 y 300 euros
entre 300 y 350 euros
entre 350 y 450 euros
más de 450 euros
10
90
Polivalente
Independiente
L
a del horno y la de la encimera son compras que van
muy unidas. Sobre todo en aquellos casos de reposición
de hornos en los que estaban los mandos controladores
de la encimera, una tendencia del pasado resuelta en parte
gracias a los botones táctiles. En Línea Blanca, el 8,20% de los
electrodomésticos vendidos en 2012 fue una encimera. En el
caso de los hornos, el porcentaje fue del 6,30%. La campana es
otro producto que está muy relacionado con estos dos. Si bien,
su peso es muy inferior, un 3,50%. Sólo supera a las cocinas.
Con todo, uno de cada cinco electrodomésticos que se vendieron
en 2012 fue un horno, una encimera o una campana. ¿Cuáles son
las preferencias de los consumidores a la hora de hablar de un
horno, una encimera o una campana? Lo más deseado es poner
una placa de inducción, aunque hay amantes del arte de cocinar
que optan por el gas, un horno pirolítico con altas funciones y
prestaciones y una campana potente con un diseño vanguardis-
ta. Eso sí, donde menos gasta el consumidor es en la campana.
Algo muy presente, tanto en las novedades que se lanzan como
en las preocupaciones del usuario, es el ahorro energético.
Tampoco hay que olvidar que otras cualidades que se valoran
mucho en los electrodomésticos modernos son la comodidad,
la facilidad de uso, la ergonomía y la adaptación a los espacios
disponibles. Los diseños minimalistas y sencillos se alzan con
el protagonismo dentro de la austeridad.
Encimeras
Más del 80% de las encimeras que se vendieron en 2012 fueron
vitrocerámicas. De gas, un 12%. Los datos dicen que aún se com-
pran más encimeras radiantes que de inducción (un 43% frente
a un 38%), pero que ésta se acerca cada vez más a las radiantes.
Las placas de inducción están aumentando a un ritmo tres
veces mayor que otros tipos de placas. Las principales ventajas
de las de inducción son su bajo consumo y la rapidez a la hora
de calentar. De hecho, calienta dos veces más rápido que una
placa vitrocerámica convencional. Con la función “
Booster
”, el
usuario puede añadir potencia extra a la zona de cocción usada
para alcanzar la temperatura seleccionada aúnmás rápidamente.
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olla o sartén, los posibles desbordamientos no se requeman o
incrustan en el vidrio. Otra ventaja es que tienen una respuesta
instantánea al encendido y pueden dar “
golpes de calor
”, pero
sin llegar al nivel de las cocinas de gas.
Su princial inconveniente es su precio. También suele conllevar
la necesidad de cambiar la batería de cocina si la que hay en
casa no está preparada. En ese sentido, las cazuelas de barro,
las de aluminio o cualquier recipiente en el que no se adhiera
un imán no podrá usarse para cocinar con inducción, ya que
calienta mediante un campo electromagnético.
Respecto al número de fuegos, se está pasando de los cuatro
tradicionales a tener (en vitrocerámicas) tres, siendo uno de gran
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dad de utilizar varios tipos de cacerolas de cualquier tamaño y
forma sin la restricción de zonas de cocción.
Una función muy práctica que se ha introducido en los últimos
tiempos en las vitrocerámicas, de inducción o radiantes, es el
control de temperatura del aceite, que sirve para freír a la tem-
peratura adecuada. La placa controla la temperatura del aceite
Campanas
Encimeras
Cocinas
Hornos
Frigoríficos
Lavavajillas
Resto
37,7%
3,5%
8,2%
1,3%
6,3%
32%
11%
Fuente: Consultoras Elaboración: Electromarket
y avisa cuando éste ha llegado a la temperatura ideal para intro-
ducir el alimento. Incluso, algunas, cuando se alcanza el punto
de ebullición, avisan al usuariomediante señal acústica para que
comience el cocinado y, al mismo tiempo, reducen la potencia
automáticamente sin necesidad de que se haga manualmente,
controlando de esta manera el consumo de energía.
El sistema que muchos amantes del cocinar eligen es el gas
porque, entre otros motivos, permite controlar fácilmente la
ǰȱȱȱȱȱȱÇęȱǰȱȱȱȱ
golpes de calor o bajar el fuego y la comida reacciona al instante
y se puede poner el fuego al mínimo (o apagar), antes de acabar
de cocinar, para que la comida termine de hacerse con su calor
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que acarrea la limpieza de estas cocinas son sus puntos más
negativos. La combinación de gas e inducción es otra opción.