Nos llega a las manos dentro de una caja de sobrio color negro en la que destaca, más que el nombre del modelo o el logotipo de la marca, un elemento determinado: el S Pen, ya que es el único que aparece en un color distinto al negro, como elemento diferenciador de este terminal frente al resto, tanto de la gama de Samsung como de la competencia. Cuando abrimos la caja, dentro de la tapa encontramos una cajita que contiene la guía de inicio rápido (en inglés) y, en el exterior de dicha caja, el ´pincho´ para abrir la bandeja de las tarjetas SIM.

La otra mitad de la caja viene presidida por el terminal en sí que, al retirarlo, deja paso a una estructura que contiene el cargador y, en unos encapsulados de cartón, el cable USB-C a USB-C para el cargador, y los auriculares, firmados por AKG.

Diseño

Muy resumidamente: es un terminal de gran tamaño, pero cuyo diseño se ajusta a dicho parámetro, y en el que Samsung ya ha buscado por ello que no le sobre nada. La pantalla ocupa todo su frontal, con la única excepción de la isla para la cámara en la parte superior. En la trasera destaca el rectángulo que aloja los tres objetivos de la cámara y el flash, formando todos estos elementos un conjunto que sobresale prominentemente, aunque el cuerpo del terminal no es precisamente delgado.

En el lateral derecho encontramos el botón de arranque y el botón para incrementar y decrementar el volumen, mientras que en el lateral izquierdo no tenemos ningún botón u otro elemento, probablemente porque es ahí donde se aloja el puntero S Pen. Este se extrae por la base del dispositivo, en la que también encontramos el altavoz multimedia, el conector USB-C, y el micrófono. La tarjeta SIM y el micrófono de cancelación de ruido tenemos que ir a buscarlos a su marco superior. Los bordes laterales presentan curvatura por ambos lados (frontal y superior), mientras que en la parte superior e inferior son rectos.

La apariencia de este Note20 es, en general, la de un teléfono elegante que parece pensado para su uso en el mundo de los negocios, con la típica imagen en mente del ejecutivo ´trajeado´ que lo saca del bolsillo interior de la chaqueta de su americana. No obstante, su rendimiento y aptitudes son realmente las de un todoterreno que gustará a los más sibaritas de la tecnología, ya sea solamente para uso profesional, o también para uso lúdico.

Puesta en marcha

El asistente es el típico de Samsung, muy completo y que, por lo tanto, se agradece tener que verlo solamente una vez. Entre sus elementos destacables, y además de los rutinarios como los acuerdos de privacidad y la conexión del terminal a una red Wi-Fi, me gustaría citar la posibilidad de copiar los datos y las aplicaciones desde el dispositivo anterior, la explicación que nos realiza sobre el asistente de Google, y la verificación en dos pasos que permite configurar.

Además de nuestra cuenta de Google, también podemos configurar en esta fase inicial nuestra cuenta de Samsung, así como todo el apartado biométrico de reconocimiento y desbloqueo mediante la huella dactilar y/o reconocimiento facial.

Particularmente, me gustó que me recomendara y facilitara la descarga de la app móvil de mi operadora (el terminal de análisis es libre), puesto que lo configuré con la tarjeta SIM ya insertada y sin hacerle un traspaso de apps ni datos (como un terminal completamente nuevo).

Pantalla

Al ser una AMOLED, no tenemos ningún problema para visualizarla correctamente en exteriores y bajo influencia directa de la luz solar, una situación `extrema´ en la que me ha parecido que da un excelente rendimiento cuando le ponemos el brillo al máximo, permitiéndonos leer con comodidad su contenido.

A través de los ajustes del sistema, en el apartado pantalla, podemos configurar varios aspectos, además de los temas claro u oscuro y el brillo, que nos permitirán hacer más cómoda la visualización, como son la frecuencia de refresco de la pantalla (aquí llamada "fluidez de movimientos"), y que podemos seleccionar a 60 Hz, o bien adaptable según las necesidades de las apps, hasta una frecuencia de 120 Hz.

También podemos elegir la resolución de pantalla, pudiendo optar por la HD+ de 1544x720, la FHD+ de 2316x1080, o la más alta de todas, la WQHD+ de 3088x1440. Cuanto más alta sea la resolución elegida, mayor calidad, pero el consumo energético también se incrementará sensiblemente. En el modo WQHD+ no podemos optar por una frecuencia de refresco dinámica, debiendo quedarnos en los 60 Hz.

Desde aquí podemos activar el filtro de luz azul, una acción que también podemos llevar a cabo desde el panel desplegable de configuración rápida al que accedemos arrastrando el dedo desde arriba de la pantalla.

Finalmente, la opción de "apps a pantalla completa", un artilugio de software que nos permite intentar `estirar´ las aplicaciones que no lleguen a aprovechar todo el largo de la pantalla.

Por su gran tamaño, es perfecta también para el consumo de contenidos, tanto de texto como de vídeo. Si viajamos mucho y no queremos llevar un tablet o un ordenador portátil a cuestas, el Note20 es idóneo para ver películas en un avión o un tren, aunque en este último caso hay que tener en cuenta su batería, de la cual hablo más adelante, ya que, si bien sorprende por la autonomía de la que dota al aparato, con un uso multimedia intensivo se nota la exigencia de un hardware tan potente.

Para terminar esta sección, destacar que es una always on display de la que disponemos múltiples opciones de configuración de la información que puede mostrar cuando no lo estamos utilizando, como el reloj en diversos formatos, un calendario, las citas de nuestra agenda, varios relojes sincronizados con distintos horarios, o imágenes de una galería que nos ofrece Samsung.

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