Habituados como estamos a cifras no demasiado halagüeñas en el mundo de la Línea Marrón, las últimas cifras de evolución del mercado de electrónica de consumo llegan como agua de mayo. Y es que tras varios años con números en retroceso, por fin el mercado ha evolucionado a positivo, logrando un aumento del 2,7% de la cifra global de negocio. Todo gracias al paso desde los 1.401 millones de euros facturados en el 2017, hasta los 1.438 millones de euros del 2018. Puede parecer un montante pequeño, pero lo importante no es el tamaño, sino la tendencia y esta parece indicar una pequeña recuperación del mercado de electrónica en España.

Evidentemente no todos los equipos de electrónica tienen el mismo interés para el público y eso se observa claramente en las ventas. Mientras unos segmentos cuentan con productos estrella, otros en cambio se hallan en franca decadencia. En el destino de un buen número de ellos, mucho tienen que ver las nuevas formas de uso de la tecnología, el desembarco de las plataformas de streaming o la cercanía (o no) de grandes eventos deportivos. Todos ellos unidos son los principales culpables de las grandes renovaciones de equipos, sobre todo televisores. Segmento, el de los televisores, en el que la llegada de nuevos equipos de gran tamaño y, sobre todo, de gran resolución (4K), ha supuesto toda una pequeña revolución en el mercado de ventas. Y es precisamente esta nueva resolución a 4K la que se ha convertido por sí sola en el gran argumento de venta para la renovación del antiguo televisor HD Ready a los estándares actuales.

Televisores

Dicha "impresión" se plasma en las cuentas, ya que son precisamente los televisores los grandes salvadores del sector. Se comprueba fácilmente la importancia de estos equipos en la facturación final, al suponer nada menos que un peso del 72% de la facturación del sector, destacando especialmente los nuevos televisores 4K que se llevan nada menos que el 6% de todo lo facturado en Línea Marrón española.

En cuanto a la evolución de las ventas de televisores por subtipos, son claramente los LCD-LED los que se llevan el premio, ya que se hacen con el 78% del valor facturado. Los que no se llevan ningún premio son claramente los receptores de TDT. Equipos estrella durante los primeros años de implantación de la TDT en España (por la ausencia de televisores equipados con ellos de serie), estos pequeños receptores de televisión han caído en desgracia tras la casi completa renovación del parque televisivo español y su adaptación a las emisiones digitales. Lo denuesta la caída en un -20% de las unidades vendidas de este tipo de equipos.