electroguía2015-16
LÍNEA
BLANCA
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Sinmiedoacambiar el frigorífico
P
or segundo año consecutivo, la Lí-
nea Blanca cierra el ejercicio en po-
sitivo y confirmando así que la re-
montada que protagonizó en 2014
no fue solo un espejismo. Atrás deja más
de un lustro de caída continuadas –entre
2007 y 2013 la cifra se redujo más de un
50%, hasta los cinco millones de unida-
des– como consecuencia de la crisis. Y es
que en estos años, el mercado inmobilia-
rio, uno de los principales demandantes
de electrodomésticos, sufrió una recesión
y un posterior estancamiento considera-
ble. Además, el incesante aumento de las
cifras del paro y la restricción del acceso
de las familias a los créditos bancarios
tampoco animaban a gastar.
La mejora de la confianza de los consumidores y la reactivación del mercado inmobiliario han
ayudado, ymucho, alamejoradelasventasdeLíneaBlanca, que, durantelacrisis,hanvistocómo
su facturación se reducia hasta casi lamitad. Una recuperación que ya se dejaba notar en 2014
y que en 2015 se ha confirmado.
Sin embargo, en 2015 se confirmó un
cambio de tendencia y las ventas se han
recuperado. Los resultados arrojan un
incremento acumulado de un 14,2% en
valor. De los 1.211 millones de euros del
año anterior se llegó a los 1.383 millones.
En cuanto al número de unidades vendi-
das, el crecimiento fue de un 11,2%, de
los 5.759.000 se pasó a 6.404.000. No
obstante, estos datos están aún muy le-
jos de los de 2007, cuando el sector con-
siguió una facturación de 2.439 millones
de euros y se rondaban los 10 millones
de unidades.
Tal y como explica la Asociación Nacional
de Fabricantes y Exportadores de Elec-
trodomésticos (Anfel), estas cifras están
aún por debajo de los niveles de repo-
sición teóricos. Se trata del número de
electrodomésticos que deberían venderse
en nuestro país, teniendo en cuenta su
número de habitantes y el parque de vi-
viendas actual. Esta cifra se sitúa entorno
a los siete millones de unidades.
Disminuye el miedo a gastar
Hay varios factores que explican esta
recuperación de las cifras. Uno de ellos
es la mejora en el gasto de las familias.
Durante los años en los que la crisis
acució más, mucha gente que necesitaba
reponer alguno de los electrodomésticos
de su hogar se resistía a hacerlo por la
inseguridad que le causaba su situación
