El mercado de electrodomésticos de línea blanca, compuesto por lavadoras, frigoríficos, lavavajillas, secadoras y hornos, ha atravesado un periodo de transformación influido por la inestabilidad económica global, la evolución tecnológica y los cambios en los hábitos de consumo. Con un crecimiento moderado pero constante, el segmento ha respondido a la ...
El mercado de electrodomésticos de línea blanca, compuesto por lavadoras, frigoríficos, lavavajillas, secadoras y hornos, ha atravesado un periodo de transformación influido por la inestabilidad económica global, la evolución tecnológica y los cambios en los hábitos de consumo. Con un crecimiento moderado pero constante, el segmento ha respondido a la demanda de dispositivos más eficientes, inteligentes y sostenibles.
Factores como la pandemia, la inflación, la crisis energética y las interrupciones en la cadena de suministro han condicionado tanto el comportamiento del consumidor como la competitividad del sector. Si bien 2023 registró una caída en la facturación y las unidades vendidas, el año 2024 presentó una recuperación moderada promovida por la innovación tecnológica y la eficiencia energética. En este contexto, el mercado español se ha ido adaptando progresivamente a las tendencias globales, donde la digitalización y la sostenibilidad en el hogar están redefiniendo las prioridades de los usuarios y las estrategias de las marcas.
Fluctuación en la facturación
El sector de la línea blanca en España ha variado constantemente en los últimos años a causa de diversos factores económicos y sociales. En 2021, la facturación total alcanzó los 2.015 millones de euros, lo que supuso una destacada recuperación tras los efectos de la pandemia de la Covid-19. De esta forma, aumentó la demanda de electrodomésticos porque muchos consumidores se decantaron por renovar sus dispositivos del hogar.
No obstante, el año 2022 mostró un leve crecimiento, con una facturación de 2.061 millones de euros, lo que sugiere que el mercado seguía siendo sólido a pesar de la incertidumbre económica. Este incremento estuvo impulsado por la innovación en productos como las secadoras, ya que la tendencia de electrodomésticos eficientes comenzó a ganar popularidad.
Por otro lado, en el año 2023 hubo una desaceleración, con una facturación cifrada en 1.959 millones de euros. La caída se relaciona con la inflación y al aumento de los costos energéticos, factores que limitaron el poder adquisitivo de los consumidores. La incertidumbre derivada de la crisis energética y la guerra en Ucrania también contribuyó al 'enfriamiento' de la demanda.
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