En los últimos años, pasar más tiempo en casa no es sinónimo de dedicarle más horas a las tareas domésticas o de encerrarse en la cocina preparando alimentos que consumir a lo largo de la semana. Hoy en día, los hogares de nuestro país tienen muy poco (o nada) que ver con los de hace unos años, y el estilo de vida actual condiciona bastante el entorno de las familias. Sobre todo, porque son muchos los hogares en los que la mayoría de sus miembros pasan gran parte del día fuera, por lo que el tiempo de ocio en casa se ha convertido en algo sagrado y al que dedicarnos por completo, en cuerpo y alma, para llevar a cabo otro tipo de actividades más lúdicas. Y al cambiar el concepto de hogar varían también sus necesidades. De ahí que la revalorización del hogar haya permitido un crecimiento considerable de las ventas de PAE.

La familia tradicional ha ido perdiendo peso respecto a otros patrones, y cada vez están más generalizados otros modelos, como las familias monoparentales, personas que viven solas, parejas sin hijos o aquellos hogares en los que hay una mascota, que convive como uno más de la familia. Por todo ello, el Pequeño Aparato Electrodoméstico (PAE) continúa su camino de crecimiento, gracias, entre otros motivos, al sinfín de ventajas, funcionalidades y utilidades que ofrece. Porque está claro que las familias siguen necesitando limpiar sus hogares, pero la forma en la que lo hacen y el tiempo que invierten en dicha tarea ha cambiado drásticamente. Ahora, el usuario valora pasar más tiempo con su familia, con sus amigos, viajando o disfrutando de su tiempo de ocio sin renunciar, claro está, a buenos resultados en lo que a limpieza se refiere. En este sentido, busca electrodomésticos eficientes, tanto en términos de limpieza como de facilidad y rapidez de uso, y que le faciliten el día a día, haciendo que esta tediosa tarea de la limpieza sea más cómoda.

Con nuevos materiales y unos diseños más personalizados, al equipamiento básico de electrodomésticos común en todas las viviendas se ha unido otro conjunto de pequeños aparatos, cuya penetración ha ido aumentando como respuesta a las nuevas demandas de los nuevos hogares; es decir, la falta de tiempo y a la necesidad de contar con productos más eficientes. Y donde la evolución de las distintas gamas de electrodomésticos ha ido paralela a los nuevos gustos y las tendencias sociales y familiares. Por ello, ahora es común ver en casi todos los hogares españoles pequeños electrodomésticos como aspiradores de mano, robots de cocina, exprimidores, modernas cafeteras, batidoras de vaso o sistemas de planchado. Asimismo, con un consumidor cada vez más concienciado con el medioambiente, los productos que abogan por reducir la contaminación acústica o tienen en cuenta el cambio climático están generando mucho valor. Por otro lado, la cultura del bienestar es un tema cada vez más extendido entre los consumidores, de ahí el despegue de las aplicaciones y dispositivos enfocados al cuidado del cuerpo y de la salud, mientras que en el espacio de la cocina ganan terreno las licuadoras de frutas y verduras. A su vez, la preocupación de los consumidores por la calidad del aire que respiran y del agua que beben ha dado como resultado que las ventas del segmento de purificación de aire, dentro de la categoría de tratamiento de aire, se conviertan en el motor del mercado PAE.

 
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