Las freidoras de aire y los purificadores dan alas al PAE

El sector del Pequeño Aparato Electrodoméstico (PAE) recoge lo sembrado del año anterior y muestra un ligero incremento en sus resultados globales. Sin embargo, estos valores al alza no afectan a todos por igual. Se podría decir que llevar un estilo de vida saludable y mejorar la calidad del aire de los hogares toman las riendas del sector, beneficiando a estas dos categorías de producto por encima del resto.

05/05/2023

El mercado español del PAE sigue la tendencia al alza de años anteriores, ya que experimenta una subida del 4% en 2022 al pasar de los 1.250 a los 1.300 millones de euros facturados. En cuanto a las unidades vendidas, estas alcanzaron los 42 millones, lo que supone un aumento ...

El mercado español del PAE sigue la tendencia al alza de años anteriores, ya que experimenta una subida del 4% en 2022 al pasar de los 1.250 a los 1.300 millones de euros facturados. En cuanto a las unidades vendidas, estas alcanzaron los 42 millones, lo que supone un aumento del 2,44% con respecto a 2021. Si profundizamos en la evolución interanual del Pequeño Electrodoméstico, un claro vencedor se destaca por delante del resto: nos referimos a las freidoras de aire o airfryers, que muestran resultados positivos en todas las categorías. En 2022 se han vendido un 91% más de unidades que el año anterior, su valor ha incrementado un 130% y su precio medio ha crecido un 29%. Se ve cierta preocupación por cocinar de una forma más saludable, de ahí que estos aparatos despierten el interés de los consumidores porque permiten preparar verduras, carnes o pescados con menos aceite, de una forma rápida y ahorrando en el consumo energético.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha hecho recientemente un estudio comparativo para comprobar el coste energético a la semana, al mes y al año de varios dispositivos de cocción durante una hora de uso y tomando como referencia que el precio del kilovatio era de 0,305 euros en noviembre de 2022. Estaban reflejados estos modelos, así como el horno, la placa de inducción y la freidora convencional. De los casos expuestos en la tabla, nos decantamos por el dato semanal y vemos que la que menos consumo genera es la de aire (0,21 euros), seguida del horno (0,32 euros) y la freidora tradicional (0,37 euros). Pero, ¿qué es exactamente una freidora de aire? Se podría decir que es un mini horno de convención portátil con una cubeta extraíble a modo de cajón en la que depositamos el alimento que queramos preparar (pollo asado, por ejemplo). Una vez iniciado el proceso, un ventilador permite que el aire caliente se distribuya por el interior del equipo, haciendo que los comestibles queden crujientes por fuera y jugosos por dentro. Gracias a su diseño compacto podremos colocarla en cualquier rincón de la encimera o guardarla en la alacena hasta que la necesitemos de nuevo porque no ocupa un gran espacio. Los tiempos de elaboración se acortan con respecto al horno. Cuando cocinamos en una sartén un pescado frito, lo que nos preocupa es que toda la cocina se impregne de humo y un desagradable olor permanezca en la estancia, a pesar de que pongamos en marcha el extractor y encendamos un par de velas aromáticas. Con la freidora de aire, este problema se resuelve empleando muy poco o casi nada de aceite. De este modo, se reduce el exceso de grasa y calorías en los productos cocinados.

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