El siglo XXI es el siglo de la imagen. Las producciones de series, películas y vídeos son elevadísimas, al igual que la calidad de grabación de las mismas. No es de extrañar ir a casa de abuelos que están suscritos a las principales plataformas de streaming o padres que recomiendan las últimas tendencias en series a sus hijos. Contar con dispositivos que nos ofrezcan la máxima calidad de reproducción se ha convertido en indispensable en todos los hogares y los fabricantes de televisores, como Toshiba, lo saben.

En Electromarket hemos tenido la posibilidad de probar uno de los mejores modelos de la compañía japonesa: el Toshiba 55XL9C63DG, de la serie XL9C, que cuenta con tecnología OLED y sonido Onyko. Toda una declaración de intenciones para esta Smart TV que situaríamos en la gama media pero que nos ofrece toques de televisor de gama alta.

El exterior

Las características técnicas a la hora de escoger un televisor son muy importantes, pero no por ello debemos descuidar el aspecto exterior. En este modelo, Toshiba presenta un televisor sobrio en la parte delantera y con los bordes negros. Este aspecto nos ha gustado bastante porque, sin duda, es un televisor agradable a la vista. Gracias al diseño y a los tonos, nos encontramos con un modelo que encaja a la perfección con la mayoría de salones, dándoles un toque de elegancia y modernidad. Los biseles, en negro, son considerablemente finos en los laterales y la parte superior, ampliándose en la parte inferior, donde podemos encontrar, en la parte izquierda, el nombre de la marca.

El modelo que hemos probado es de 55´´ (está disponible también en 65´´), por lo que estamos hablando de un televisor que mide 120cm de largo y 71cm de largo (por suerte, vivo en un ático con ascensor, porque mover este televisor es complicado). Estas dimensiones lo hacen ideal para salones medianos-grandes y también para colgarlo con algún soporte. Al ser una prueba, nosotros lo hemos mantenido con el pie que venía incorporado, pero creemos que el televisor debe ganar bastante si se sitúa en la pared con el soporte VESA.

En cuanto al grosor general del televisor, es aceptable. En concreto, mide 50 mm en la parte más fina, que es la mitad superior. Sin embargo, en la mitad inferior, nos encontramos con un televisor que se ensancha (251mm), perdiendo esa fantástica calidad, que tanto se agradece, que es la pantalla plana. La parte trasera también se nota que es menos robusta que la parte delantera, aunque no molesta ni consideramos que pueda ser tenido en cuenta como un aspecto negativo.

Siguiendo con los aspectos físicos, nos enfocamos ahora en la conectividad del Toshiba 55XL9C63DG. Tenemos un televisor con tres puertos HDMI (dos al lado y uno en la parte trasera). Los HDMI son 2.1, lo que nos permite tener una mejor experiencia de uso del televisor a la hora de ver películas o jugar a videojuegos, entre otros, ya que se pasa de un ancho de banda de 18 Gbps (del HDMI 2.0) a los 48 Gbps (del HDMI 2.1), y eso se traduce en una mejor tasa de refresco.

Encontramos, también, la entrada de la antena de televisión, Ethernet, la salida de auriculares, el audio digital y los dos puertos USB, con los que podremos conectar discos externos y reproducir contenido desde los mismos (gracias al reproductor multimedia que incorpora el televisor) o grabar contenidos.

En cuanto a conexiones inalámbricas, este modelo dispone de Bluetooth. Nosotros lo hemos probado con unos auriculares inalámbricos para jugar a un videojuego y no molestar a nadie, y el funcionamiento y el rendimiento ha sido perfecto, sin fallar la conexión en ningún momento. Como es de esperar, además del Ethernet, también cuenta con Wi-Fi direct, para conectarnos a nuestra red de manera inalámbrica y no necesitar una toma internet cercana.

Tecnología

En los últimos años se han desarrollado tecnologías para lograr una imagen lo más fidedigna posible. Es el caso, por ejemplo, de la tecnología OLED, que incorpora píxeles autoiluminados que se apagan y se encienden individualmente, gracias a los cuales se logran negros más profundos e imágenes de gran realismo, además de suponer un menor consumo de energía. Y este panel OLED, sin duda, es el principal reclamo del modelo 55XL9C63DG de Toshiba, que cuenta con procesador Quad Core y que ofrece una resolución Ultra HD de 3840 x 2160 px.

A ello se le añade el TRU Picture Engine, con la que se logran imágenes fluidas y con más detalle, además de ser más realistas y con más dinamismo. Se logra también un contraste mejorado y un movimiento en pantalla suave y natural. Con TRU Picture Engine, se consigue una calidad de imagen realista para cualquier contenido, incluyendo vídeo Full HD, HD Ready y TV en directo. Así, este televisor incorpora: TRU Flow (para garantizar la máxima calidad en escenas de acción rápidas), TRU Micro Dimming (mejora el contraste, centrándose en las diferentes regiones de la imagen) y TRU Resolution (mejora una amplia variedad de contenido con resolución por debajo de 4K para ofrecer imágenes redefinidas totalmente envolventes).

Asimismo, es compatible con HDR10+, lo que dota de un mayor realismo a las imágenes que se muestran en la pantalla. Esto se consigue añadiendo un mayor rango dinámico de luz y colores.

Esta es la teoría, pero… ¿y la práctica? Tras una prueba aproximada de unas dos semanas viendo diferentes tipos de contenido, le damos una muy buena nota a los resultados que nos ofrece el televisor. La calidad de la tecnología se traduce en imágenes muy nítidas, con colores muy vivos y que se siguen apreciando en todo momento, aunque estemos viendo el televisor desde un lado. Y es que no es necesario situarnos en frente para obtener una imagen buena.

Además, en todo momento, el televisor tiene una respuesta correcta con una tasa de refresco más que adecuada. Esto lo hemos notado, sobre todo, a la hora de jugar al Zelda. Y hablando del uso del televisor para jugar a videojuegos, comentar que la experiencia ha sido muy satisfactoria. Los detalles del juego se disfrutan en su máxima expresión. Si tuviésemos que comentar algún aspecto que no nos haya convencido es el del brillo, que se ve afectado según la luz con la que estemos viendo el televisor.

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