Un total de 1.530 millones de euros. No, no es el premio que ha recibido el último afortunado ganador del bote del Euromillones, ni lo que ha costado el último fichaje de un jugador estrella para alguno de los nombres propios entre los grandes clubes de fútbol de Europa. Ni siquiera el balance de la cuenta bancaria de algún participante del reality show Supervivientes: es lo que los españoles nos gastamos el pasado año 2018 en videojuegos.

Cuando hemos pasado el ecuador del año 2019, ya disponemos de todos los datos del 2018 gracias a las empresas que cierran balances anuales bien entrado el siguiente ejercicio, y podemos hacernos una imagen global del sector en la piel de toro gracias al informe anual de AEVI (Asociación Española de Videojuegos). Una primera conclusión: en todo el año pasado nos gastamos 171 millones de euros más que en el año 2017, en el cual llegamos a la nada despreciable cifra de 1.359 millones. De los 1.530 millones antes reseñados, 396 fueron destinados a ventas en plataformas online, 364 a ventas de software, 356 a ventas de hardware, 284 a apps móviles, y 130 millones a accesorios.

Acción y deportes, lo que más interesa

De los más de 8,6 millones de unidades de juegos vendidas que tiene controladas AEVI para el pasado año 2018, poco más de 3 millones pertenecen al género de Acción, a mucha distancia (más del doble) de los juegos de Deportes, que quedan en segunda posición con poco más de 1,25 millones de unidades vendidas.

La distancia se incrementa todavía más si consideramos que el tercer género, con poco más de 1,2 millones de unidades vendidas, es el de los FPS (First Person Shooter), una categoría independiente de la de Acción por derecho propio, aunque a ojos de un profano, ambas podrían fusionarse bajo un único epígrafe de Acción que los englobara a todos. Y antes de que a los amantes más recalcitrantes de los videojuegos y de cualquiera de los géneros mencionados, les dé una apoplejía, nos explicamos: si bien los FPS pertenecen a la categoría más genérica de los Juegos de Disparos, que también engloba a los juegos con perspectiva de tercera persona (en los FPS vemos toda la acción con los ojos del protagonista), la dosis de acción que hallamos en estos, en los que combatimos en guerras, o bien luchamos contra invasores alienígenas, por decir algo, podrían llevarnos a considerar que, conceptualmente, vienen a ser más de lo mismo en materia de acción.