Con una compraventa de vivienda que sigue sin reactivarse y un sector de la construcción que no levanta cabeza, no sorprende a nadie que la venta de productos de Línea Blanca volviera a caer en 2013. Concretamente lo hizo en un 6,4%, o lo que es lo mismo, 77 millones de euros menos que en el ejercicio 2012.

La sensación general es de preocupación, pero al mismo tiempo hay cierta tranquilidad, en el sentido de que el subsector ha hecho y está haciendo las cosas bien, o al menos todas las cosas que en está su mano. Inmersos en la crisis actual, todo lo que se puede hacer desde el subsector hacia el mercado se ha hecho o se está haciendo.  Para volver a la senda del crecimiento es necesario un cambio en el entorno económico del momento y la confianza y tranquilidad de los consumidores con respecto a su fututo, que hoy por hoy todavía ve incierto.

Con una facturación de 1.123 millones de euros, 2013 ha resultado el peor ejercicio desde el estallido de la crisis. Recordemos que en 2007 el subsector llegó a los 2.439 millones de euros. Desde entonces, la caída acumulada ronda el 54%. El dato que aporta un contrapunto de optimismo es que el porcentaje de caída 2013 con respecto a 2012 es el más moderado del período, con la excepción del resultado de 2010 en el que la caída se cuantificó en el 4%. Sin duda, el dato no puede calificarse de bueno, pero si tenemos en cuenta que es mejor que los anteriores, que entre finales de 2014 e inicios de 2015 se pronostica el inicio de un ciclo económico positivo en España, es posible creer que sí, que algo ha cambiado y en este caso a mejor.

El peso de la Línea Blanca sobre la facturación total del Hiper Sector Electro Hogar ha pasado del 15,3% en 2012 al 14,9% en 2013. El primer cuatrimestre de 2014 ha finalizado con bunas sensaciones y mejores números. Así, los resultados consolidados del Sector Industrial de Línea Blanca para el primer cuatrimestre de 2014 han mostrado un incremento acumulado del 5,4 % en facturación y del 11,6 % en unidades, en su comparativa con el mismo periodo de 2013.

Entre los datos 2013, los del primer cuatrimestre de 2014, las previsiones económicas del Gobierno y las instituciones europeas, así como el previsible acceso de los consumidores al crédito (parece que las entidades financieras han empezado a abrir el grifo) y una cierta mejoría del índice de confianza de los consumidores debido a los más recientes indicadores del paro en el país, todo apunta a que estamos en la línea de salida de un nuevo ciclo. En esta situación, también hay que advertir que más de cinco millones de parados, una todavía lejana sensación de alegría económica en los hogares, un mercado de la vivienda que sigue en horas bajas y la ausencia de grandes clientes procedentes de la construcción y la promoción de nuevas viviendas son factores que seguirán lastrando el despegue rápido de este subsector.