En 2022 el déficit público de España disminuyó a un ritmo mayor del previsto, situándose en el 1,9% del PIB. La cifra supone una reducción del 60% respecto a los datos de 2021 y se debe, principalmente, en el incremento de los ingresos públicos.

Así las administraciones públicas españolas habrían ingresado en 2022 (y a la espera de los datos oficiales) un total de 536.000 millones de euros. Así lo asegura el Fondo Monetario Internacional (FMI) que prevé que este 2022 se habría reducido la diferencia entre los gastos y los ingresos del Estado español, es decir, el déficit público. Según los pronósticos del FMI, los gastos públicos de España en 2022 se habrían elevado hasta los 562.000 millones de euros, dejando un déficit de algo más de 26.000 millones.

A pesar de que los gastos públicos todavía son superiores a los ingresos, la diferencia entre estos dos indicadores se ha reducido en los últimos años. Y lo han hecho gracias al incremento de la recaudación. La mayor diferencia entre gastos e ingresos públicos se produjo en 2010, cuando la crisis económica y financiera producida por la burbuja inmobiliaria dejó en mínimos la recaudación del Estado. Ese año, recaudó poco más de 391.000 millones de euros y gasto mucho más: 493.000 millones.

En los años venderos, la recaudación del estado se congeló, con incrementos muy discretos, y la estrategia del ejecutivo español (entonces liderado por el popular Mariano Rajoy) pasó por la reducción del gasto público: los recortes. Así, en 2013, las administraciones del Estado español redujeron un 7% su gasto, pasando de los 500.000 millones a poco más de 467.000 millones.

De hecho, los datos del FMI muestran que el gasto público no se recuperó en España hasta 2018, coincidiendo con la salida del poder de Mariano Rajoy. Sin embargo, la recaudación había empezado antes a recuperarse. Entre 2010 y 2017 la recaudación del Estado subió un 13%.

Los ingresos públicos de España se podrían congelar a partir de 2025

El FMI pronostica que España siga con una tendencia de incremento, tanto del gasto como del ingreso público. Sin embargo, esta tendencia podría cambiar a partir de 2025. El organismo económico internacional pronostica que la recaudación del Estado español podría disminuir en 2025, coincidiendo con el fin de las ayudas europeas Next Generation. Y si bien en 2026 la recaudación se volvería a reactivar lo haría con menos fuerza. Por el contrario, el FMI pronostica que el gasto público seguirá creciendo a un ritmo del 3-4% anual, por lo que el déficit público español podría empezar a volver a incrementarse en los próximos dos años.