2020 supuso un punto de inflexión en todos los ámbitos. La crisis sanitaria, económica y social que azotó fuerte y de imprevisto, nos obligó a parar en seco. Así, a causa del confinamiento y las restricciones, el hogar se volvió el epicentro de nuestras vidas, motivo por el cual acondicionarlos ...
2020 supuso un punto de inflexión en todos los ámbitos. La crisis sanitaria, económica y social que azotó fuerte y de imprevisto, nos obligó a parar en seco. Así, a causa del confinamiento y las restricciones, el hogar se volvió el epicentro de nuestras vidas, motivo por el cual acondicionarlos para sentirlo más placentero y confortables se tornó una prioridad. Esta es la explicación para que, en plena recesión, algunos sectores de actividad notaran cierto crecimiento; el del Híper ElectroHogar es buen ejemplo de ello. Varios segmentos crecieron en el ejercicio de 2020, entre ellos, su buque insignia, la Línea Blanca: lo hizo un 1,3% en valor, hasta sumar los 1.848 millones de euros, a pesar de que descendió sus ventas en unidades un -1,67%, reduciéndose a 8.312 millones ¿Precios al alza o los consumidores priorizaron los productos de gama más alta? Sea como fuere, los resultados de 2020 fueron circunstanciales.
No en vano, parece que atrás quedó el crecimiento lastrado del año del Covid-19. A juzgar por los datos de 2021, la venta de los principales electrodomésticos vinculados a la cocina y limpieza del hogar vuelven a despegar sin ningún lastre. Y es que el año pasado, este segmento ingresó 2.015 millones de euros, además de vender 9.138 millones de productos, es decir, más de 826 por encima del año anterior. Teniendo en cuenta que la onda expansiva de la pandemia todavía estaba lejos de extinguirse en el ejercicio anterior, se trata de unas cifras nada desdeñables, fruto del duro trabajo del sector. Esfuerzos en la gestión de toda la cadena que lograron la máxima eficiencia, apostando por la innovación y la calidad de los productos, sin olvidar el diseño.
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