Un poco de luz al final del túnel para el sector de la fotografía digital

Tras varios años en caída libre, recupera algo más de un 2% de facturación, dando un respiro a una situación crítica para los fabricantes, las tiendas especializadas y los amantes de esta afición que ha quedado desdibujada por el nivel cada vez más alto de las cámaras de los smartphones. La gran esperanza está en las cámaras compactas con objetivos intercambiables.

26/08/2022

Después de tres años de descenso continuado en la facturación, el sector de la fotografía digital encuentra por fin un oasis en el desierto en el ejercicio de 2021. El batacazo del año de la pandemia fue sonado, al reducirse los ingresos de 2019 a 2020 en hasta 69 millones ...

Después de tres años de descenso continuado en la facturación, el sector de la fotografía digital encuentra por fin un oasis en el desierto en el ejercicio de 2021. El batacazo del año de la pandemia fue sonado, al reducirse los ingresos de 2019 a 2020 en hasta 69 millones de euros. En esta ocasión, el año pasado se consiguió salvar la compostura e incluso mejorar ligeramente esos datos con 156 millones de euros de facturación, un 2,6% más respecto al anterior ejercicio (152 millones de euros).

En esa recuperación hay dos elementos del mercado que se postulan como auténticos salvadores: por un lado, las cámaras compactas de lente intercambiable, que supusieron hasta el 29% de la facturación total. Y, por otro, los imprescindibles de cualquier amante de la fotografía: los objetivos, cuyo porcentaje de facturación alcanzó el 19% y su revalorización en el mercado se ha disparado.

Sin duda, este elemento de una cámara sigue siendo un imprescindible y su versatilidad hace que se mantenga entre los productos del sector cuyas ventas no registran grandes oscilaciones. Junto a ellos y las cámaras antes mencionadas, el mercado se compone de cámaras réflex de lente intercambiable, tarjetas de memoria, marcos digitales o las mismas lentes intercambiables de distintas marcas.

De tal manera que, tomando como referencia la facturación total, el mayor nicho se lo llevan las compactas de objetivos intercambiables; le siguen las réflex con la misma característica (20% de ingresos del total del sector); los ya mencionados objetivos; las tarjetas de memoria (14%), las cámaras de lente fija (13%) y los accesorios (5%).

En cuanto a dónde prefieren comprar los aficionados a la fotografía digital, según datos del año 2021, se decantan con claridad por acudir a establecimientos especialistas en fotografía (48%), que hemos denominado `resto´; seguidos por las cadenas (30%); grupos de compra (12%) y grandes superficies generalistas (10%).

La segunda juventud de los objetivos

En base a lo que vendió cada uno de estos elementos, según los datos comprobados por esta revista, las unidades vendidas de cámaras réflex de lentes intercambiables cayeron un 30%, al igual que su valor, que se redujo en un 19%. Y su precio medio en 2021 se elevó en hasta un 15%. Por su parte, las compactas salvan el escollo reduciendo el número de unidades vendidas en solo un 5% y aumentando su facturación en un 27%, algo que se explica por el aumento del precio medio (34%) en comparación con 2020. Y en lo referido a tipos de cámaras, las de lente fija son sin duda las preferidas por los amantes de la fotografía más especializada, aunque en 2021 se han vendido un 10% menos de unidades y, por consiguiente, su valor ha caído un 5%, aunque su precio medio haya aumentado el mismo porcentaje.

Las tarjetas de memoria son las compañeras inseparables de cualquier aficionado: el número de unidades vendidas descendió un 11%, pero el valor no ha notado tanto esa caída, contrayéndose solo un 4%. Como resultado, el precio medio ha aumentado hasta un 8%.

Pero, como ya hemos mencionado, los grandes triunfadores han sido los objetivos: con un 5% más de unidades vendidas y una revalorización de la facturación de un 25%, el precio medio se eleva un 19%. Por último, los accesorios de fotografía digital redujeron la venta de sus unidades en un 9%, si bien su revalorización subió otro 8% y el precio medio se disparó hasta ser un 20% superior al que tenían establecido en el año 2020.

El cambio de era debido a los smartphones

Ese pequeño auge de la facturación en el sector es una gran noticia si, además del parón repentino de las ventas a causa de los confinamientos de la primera mitad de 2020, se le suman las innovaciones constantes en las cámaras de los móviles inteligentes (smartphones). Si bien estas ya plantearon de primera mano un reto a los propios fabricantes de cámaras digitales, a medida que pasan los años parece más evidente que, en realidad, no son competidores sino accesorios complementarios.

Y es que, aunque hay móviles que ya admiten una serie de lentes intercambiables en su propia carcasa para potenciar la afición de fotografiar, por la propia estructura de los teléfonos nunca podrán contar con sensores ópticos o una construcción de lentes idéntica a la que tienen las cámaras digitales.

En los últimos tiempos, además, se ha tratado de suplir esa carencia con la aplicación de Inteligencia Artificial (IA) en el software de los propios teléfonos y en el diseño de sus cámaras traseras. Aunque no se puede negar que han mejorado bastante la calidad de la imagen tomada presenta aún muchas más limitaciones que las cámaras convencionales réflex o las propias compactas.

Se ve en la personalización de los parámetros a la hora de tomar la fotografía deseada: en la fotografía digital, el cuerpo de la cámara ofrece un abanico de cambios mucho mayor que el que permite la propia aplicación de la cámara del smartphone.

Es por ello que los fabricantes especializados en cámara digitales están orientando su modelo de negocio a perfeccionar sensores, objetivos y crear una interconectividad mayor entre dispositivos, para que se cree un nexo entre cámara de fotos y teléfono móvil que acompañe a cualquier aficionado o amante de este hobbie cada vez más extendido en la sociedad. Un sector que no deja de innovar La clave para entender que la fotografía digital tiene mucha vida por delante está en que es un ámbito en el que no se deja de innovar y cuyas novedades no dejan de ser del todo sorprendentes. En especial, en lo que atañe a sensores ópticos y lentes. Como ejemplo, hace unos años se comenzó a hablar de las `metalentes´.

Este elemento, fabricado sobre una base de dióxido de titanio, es capaz de redirigir y concentrar la luz a semejanza de como lo hacen los objetivos tradicionales. Su gran ventaja es su escaso grosor: en alrededor de 600 nanómetros, su sistema de nanotubos de este material recoge la luz y elimina cualquier tipo de componente añadido para corregir deformaciones o bien salvar las posibles aberraciones de una imagen antes de ser procesada.

De hecho, sobre es te concepto de `metalente´ ya se están desarrollando ópticas capaces de captar imágenes a distintos rangos muy amplios de profundidad. Se postulan como una auténtica revolución en los futuros sistemas de imágenes de alta resolución.

Por otro lado, Canon anunció a finales de 2021 el desarrollo de un nuevo sistema de captura de luz que implementará en uno de sus sensores ópticos que permitiría captar imágenes en total oscuridad. Pero es que, además, lo haría captando el color del entorno que se fotografíe. El nombre de este captador de luz sería diodo de avalancha de un solo fotón y, supuestamente, sería el de mayor resolución que jamás se habría creado en su categoría.

En definitiva, el sector no para de reinventarse para diferenciarse en un ámbito, el de la fotografía, al que cada vez más personas dedican también cada vez más tiempo con el fin de encontrar una afición que les divierta y les haga sacar su parte más creativa.

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