¿Aportaremos claridad y orden en el caos actual?

José Carrasco, director general de Fersay, reflexiona en el siguiente artículo acerca de la incertidumbre, el consumo, los retos empresariales que se plantean ante el stock y los costes del transporte marítimo, y como las empresas conseguirán con su trabajo, esfuerzo e innovación salir a flote.

13/10/2021

Por José Carrasco Tras la gran inestabilidad provocada por el Covid-19 y cuando merecíamos algún respiro, nada más lejos de la realidad, ya que nos vemos rodeados de múltiples factores de incertidumbre que pueden provocar cambios radicales en muy corto espacio de tiempo y sin tener nosotros (salvo excepciones) el control ...

Por José Carrasco

Tras la gran inestabilidad provocada por el Covid-19 y cuando merecíamos algún respiro, nada más lejos de la realidad, ya que nos vemos rodeados de múltiples factores de incertidumbre que pueden provocar cambios radicales en muy corto espacio de tiempo y sin tener nosotros (salvo excepciones) el control de los mismos.

Las cuentas oficiales de nuestro país no son fiables por lo que no solo no nos ayudan, sino que al contrario nos perjudican ya que tampoco parecen ser solidarias territorialmente si no parecen estar al interés político y no al social y económico. Sin embargo, las empresas por la cuenta que nos trae hacemos las previsiones bastante más realistas, ya que de lo contrario habría consecuencias negativas para todos.

Los continuos sobresaltos para el consumidor con los problemas de las subidas de la energía, de los combustibles, de los precios de los productos de consumo, de los alquileres de las viviendas, de la falta de suministros, del excesivo endeudamiento oficial, el aumento de impuestos, hacen que no haya alegría al consumir, sino que el miedo haga guardar los recursos en lugar de comprar bienes como mejora de calidad de vida.

Además, el ambiente ahora mismo respecto a España es que estamos espantando a los inversores que pueden ser los que generen empleo que tanta falta nos hace y cuando los que tienen recursos los invierten en otros lugares la crisis se agudiza en un país.
Tampoco están claras las líneas maestras de las famosas ayudas europeas y no parece sensato pensar que van a llegar a las pymes españolas (más del 98% de las empresas totales en España) y tampoco sabemos el precio a pagar por esas ayudas ya que no serán gratis y habrá exigencias que como no se quieren acometer ahora tocará hacerlas después y eso significa casi siempre más impuestos de nuevo.

En un ambiente así de temeroso es muy difícil esperar que para 2022 el consumo se acelere (como dicen las previsiones oficiales) sino todo lo contrario y eso al final es malo para todos porque cualquier retraso o parón en comprar nuevos productos hace más difícil cumplir objetivos para las empresas.

Ya tenemos algunas desgracias de las que ocuparnos en nuestro país como tener el índice más alto de "ninis" (jóvenes que ni estudian ni trabajan) de Europa junto a Italia y el paro juvenil más alto con un 38,3% (una auténtica barbaridad) pero si en una empresa priorizamos cualquier desvío de datos para solucionarlo, en la parte oficial donde se supone deberían dar ejemplo estos trágicos datos no consiguen encender el interés de nadie y menos encontrar soluciones eficientes.

Sin embargo, permanecemos distraídos con noticias constantes que son una auténtica chorrada y que nada tienen que ver con los problemas reales de nuestra sociedad.

Desde luego en las empresas, al menos en las pymes, si nos distraemos con tonterías o nos desviamos del camino vamos directos al cierre y por eso somos más responsables porque nos va en ello nuestra propia supervivencia.

Tenemos grandes retos actuales como luchar por mantener stocks suficientes para dar un buen servicio a nuestros clientes en un momento de suministros imprevisibles y sobre todo irregulares y debemos vigilar los considerables aumentos de costes del transporte marítimo que ya son imposibles de asumir vía márgenes y donde nos hemos vuelto a dar cuenta del tremendo error que supone dejar a China como monopolio de la fabricación.

Tampoco podremos asumir nuevos costes del estado sin repercutirlos al precio final de los productos lo que tampoco incentiva el consumo.
Y falta mejorar la ley para que los mundos online y offline puedan partir de la misma raya y salir a correr de forma justa la carrera de la competitividad.

En fin, que hay muchas variables que controlar a diario ahora mismo como para estar pendientes de cosas generadas para desviar lo importante y para ocultarlo.

Como siempre las empresas innovaremos, retocaremos, nos reinventaremos y saldremos adelante con mucho esfuerzo, poniendo el talento para generar creatividad y mejoras internas y externas y dando otra lección de eficiencia a la administración mastodóntica y burocrática que tenemos que lanzar más humo que ideas productivas para todos.
Las pymes españolas acabaremos siendo las heroínas de esta sociedad aletargada.
Algo de suerte y mucha reflexión con decisiones acertadas para todos.

-Tan solo hay 3 clases de personas: Las que hacen que las cosas pasen, las que miran lo que pasa y las que preguntan que fue lo que pasó.
-Si no te haces las preguntas adecuadas nunca descubrirás nada interesante.
-Todas las organizaciones desarrollan a las personas, o las formas o las deformas.

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