Por José Carrasco La coyuntura actual ha querido que cuando más falta hace la confianza, más difícil sea para todos percibirla y sin la misma no se puede reactivar el mercado. La confianza es el pegamento que hace posible que todos consumamos con absoluta normalidad y así las empresas vendan a medio ...
Por José Carrasco
La coyuntura actual ha querido que cuando más falta hace la confianza, más difícil sea para todos percibirla y sin la misma no se puede reactivar el mercado.
La confianza es el pegamento que hace posible que todos consumamos con absoluta normalidad y así las empresas vendan a medio plazo lo suficiente para poder subsistir, invertir y mejorar para ser más competitivas.
Hay que inyectar confianza en todos los niveles, interno y externo y debe ser ahora la máxima prioridad en la agenda tan compleja de cualquier negocio.
Pero ojo porque de nada servirá generar y transmitir confianza a nivel individual. O esto es algo global y general o no funcionará. O lo practicamos todos o no se generará la atmósfera adecuada para que la gente siga consumiendo e invirtiendo lo necesario para que la economía funcione en cadena con cierta alegría.
Y ¿generar confianza para qué?: