Por José Carrasco, Fersay Group El que no nos ocurra a nosotros en nuestra empresa depende de las personas y como somos humanos y tenemos cambios de todo tipo nos podemos distraer de lo esencial o perder la concentración con cierta facilidad así que no existe la posibilidad de eliminar la ...
Por José Carrasco, Fersay Group
El que no nos ocurra a nosotros en nuestra empresa depende de las personas y como somos humanos y tenemos cambios de todo tipo nos podemos distraer de lo esencial o perder la concentración con cierta facilidad así que no existe la posibilidad de eliminar la mediocridad al 100% pero sí podemos dejarla muy reducida de forma que no nos perjudique a la imagen que tengamos en el mercado.
No nos queda otra que trabajar duro para conseguir que la gente voluntariamente (porque depende de su voluntad) quiera practicar en el día a día la excelencia poniendo el máximo cuidado a todo lo que reciba o perciba el cliente. La mayoría de las veces los fallos o tareas mediocres que hacemos es por fiarnos demasiado de nosotros mismos y nuestras capacidades y es muy dañino por lo tanto creer que dominamos algo al 100% siempre, hay muchos detalles que controlar.
Todos debemos luchar contra los detalles (el diablo está en los detalles cuando hablamos de gestión de empresas decía un famoso experto). Por otra parte hay que empezar por eliminar la mediocridad desde el mismísimo sistema educativo o luego será muy difícil erradicarlo en el mundo laboral y parece que vamos en dirección contraria en este sentido al exigir cada vez menos.
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