El futuro del trabajo móvil

Según datos de IDC, la fuerza de trabajo móvil en España alcanzará los 14 millones de trabajadores en 2020.

11/11/2016

El trabajo está cambiando y no nos referimos al tipo de contrato o a la duración de los mismos. Según los últimos datos de IDC, la fuerza de trabajo móvil en España está sufriendo un crecimiento tal que se prevé que alcance los 14 millones de trabajadores en 2020. Lo ...

El trabajo está cambiando y no nos referimos al tipo de contrato o a la duración de los mismos. Según los últimos datos de IDC, la fuerza de trabajo móvil en España está sufriendo un crecimiento tal que se prevé que alcance los 14 millones de trabajadores en 2020. Lo que implica que el porcentaje de trabajadores móviles llegará a alcanzar más de un 70% del total de la fuerza de trabajo del país en el año 2020. Asimismo, la encuesta sobre Movilidad, realizada en 2016 por IDC, señala que la empresa española encabeza, junto con Suecia, la lista de países con mayor número de trabajadores móviles, con un 40% de los encuestados. ¿Cuáles son los motivos? Pues según la consultora, entre los principales motores que están contribuyendo a este crecimiento se encuentra la amplia base instalada de dispositivos móviles, facilitada entre otras cosas por la bajada de precios de dispositivos de gama empresarial. Los últimos datos de IDC apuntan a que el crecimiento en España de dispositivos móviles (phablets, smarthphones y teléfonos móviles tradicionales) entre el 2014 y el 2015 fue de 3,2%, alcanzando más de cuatro millones de unidades. A esto se añade la mejora en la disponibilidad de conectividad móvil, impulsada por las inversiones de los distintos proveedores de telecomunicaciones en sus redes de 4G en los últimos años. Por último, otro factor no menos importante, como acelerador del proceso de crecimiento de la fuerza móvil, ha sido la necesidad de la empresa actual de adaptarse a una demanda cada vez más exigente e impaciente, con un cliente acostumbrado a una respuesta en tiempo real. Para cubrir esta necesidad se requiere de una fuerza de trabajo capaz de acceder a información, datos, soluciones y productos en remoto y de forma segura.

Por el contrario, los estudios de IDC indican que el crecimiento de la fuerza de trabajo móvil en España sobrepasa al crecimiento de la fuerza de trabajo en su conjunto. Sin embargo, la existencia de un trabajo en remoto no es equiparable a una estrategia de movilidad sólida. De ahí que, entre los principales retos a los que aún se enfrenta la empresa española destacan, entre otros, la reticencia de un porcentaje elevado de equipos directivos a permitir la movilidad de su fuerza de trabajo, bien por falta de confianza o por falta de convencimiento y visibilidad de la existencia de un Retorno de la Inversión (RoI). También se señala como condicionante que una parte importante del tejido empresarial español aún está en un estado medio de madurez con respecto a la evolución de sus políticas de movilidad, más allá de la implantación de iniciativas de Bring Your Own Device (BYOD) o distribución de dispositivos móviles entre la fuerza de trabajo.

De tal manera que, una política sólida de movilidad deba incluir aspectos como una seguridad a 360º; la formación de los empleados en las distintas soluciones y herramientas utlizadas; la disponibilidad para el empleado de las herramientas, dispositivos y conectividad necesarios para llevar a cabo sus funciones en remoto; la incorporación del concepto de movilidad en toda la cadena de valor, desde la creación de productos y servicios hasta el canal, empleados, cliente y proveedores.

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