55 La personalización basada en IA permite reducir el consumo eléctrico hasta en un 30 % en hogares Según estudios, esta tecnología puede reducir el consumo eléctrico de iluminación entre un 40 % y un 60 %, además de contribuir a la salud visual y emocional mediante la regulación del espectro y la temperatura de color. De esta forma, el futuro pasa por una iluminación híbrida, donde las lámparas actúan también como puntos de conexión IoT o emisores Li-Fi, integrando comunicación, eficiencia y diseño. Del ahorro energético a la conciencia ambiental La sostenibilidad ya es una exigencia del consumidor y del mercado. Las soluciones de “Green IoT” impulsan una domótica orientada a la gestión inteligente de la energía. Termostatos, enchufes y persianas automatizadas ajustan el consumo en función de la luz solar, la temperatura exterior y la presencia en el hogar. Las empresas del sector aseguran que esta tendencia busca minimizar la huella de carbono doméstica, a la vez que reduce la factura eléctrica. En muchos casos, la domótica se combina con sistemas de autoconsumo basados en energía solar, creando hogares autosuficientes y sostenibles. Se han desarrollado soluciones que integran paneles solares y baterías inteligentes en su ecosistema domótico, posibilitando la gestión en tiempo real de la generación y el almacenamiento de energía. Proteger el hogar El avance de la conectividad conlleva nuevos desafíos. La ciberseguridad y la protección de datos personales se sitúan entre las principales preocupaciones de los usuarios. Los expertos advierten que un hogar con múltiples dispositivos conectados puede ser tan vulnerable como una red empresarial mal protegida. Por ello, las compañías están incorporando la IA para detectar y neutralizar ataques en tiempo real, así como sistemas de autenticación biométrica que refuerzan la privacidad del usuario. De esta forma, el concepto de“domótica ética”empieza a cobrar fuerza, promoviendo una tecnología segura y transparente. Hacia una nueva forma de habitar La domótica avanza hacia un modelo más “humano”, sostenible y centrado en la experiencia. Por ejemplo, la realidad aumentada permitirá visualizar los cambios en la decoración o la posición de los muebles antes de realizarlos; la robótica doméstica asumirá tareas rutinarias, y los sistemas de asistencia proporcionarán cuidados personalizados para personas mayores o con movilidad reducida. A su vez, la iluminación, la energía, la seguridad y la conectividad se unirán bajo la premisa de un hogar más eficiente y sensible a las necesidades de quienes lo habitan. España, aunque avanza a un ritmo más pausado que otros países europeos, muestra señales de consolidación. Los datos reflejan que el cambio de mentalidad ya ha comenzado. La digitalización del hogar está dejando de ser una curiosidad tecnológica para convertirse en un nuevo estándar de calidad de vida.
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