9 Respecto a las previsiones del Banco de España para el conjunto del año 2025; se vaticina que la economía nacional crecerá un 2,4 %, tres décimas menos de lo estimado en marzo. Esta corrección responde, entre otros factores, al“menor dinamismo”de los mercados exteriores y al“impacto de la incertidumbre”derivada del entorno comercial global y de las tensiones políticas y económicas internacionales. En este escenario, el consumo privado empieza a mostrar signos de debilidad. La pérdida de confianza por parte de hogares y empresas, alimentada por la volatilidad económica y la falta de visibilidad sobre la evolución futura de las políticas económicas, está pesando sobre el gasto. Así lo reflejan tanto los indicadores de confianza como las encuestas empresariales, que apuntan a una ligera caída de la facturación entre marzo y junio. Frente al dinamismo observado en 2024, el consumo evoluciona con una mayor cautela, lo que repercute directamente en el ritmo de crecimiento de la demanda interna. En el mercado laboral, el empleo sigue creciendo, pero con menor intensidad. “El avance del empleo parece moderarse en el segundo trimestre”, en un entorno en el que, no obstante, los flujos de salida del desempleo se encuentran “en niveles máximos desde el inicio de la recuperación en 2013”. En el informe se considera que este buen comportamiento es generalizado por grupos demográficos y ha favorecido una reducción sostenida de la tasa de paro. Por el lado de los precios, se consolida el proceso de desinflación. La previsión para 2025 sitúa la inflación general media en el 2,4 %, “una décima menos de lo proyectado en marzo”, debido principalmente a la bajada de los precios energéticos. Si bien, el Banco de España advierte de que “la inflación subyacente se mantendría por encima del 2,5 % a lo largo de 2025, con una persistencia mayor que la inicialmente prevista”. Este entorno de precios más contenidos ha sido acompañado por una política monetaria expansiva por parte del Banco Central Europeo (BCE), que en junio volvió a bajar los tipos de interés oficiales. En consecuencia, “el abaratamiento de la financiación bancaria ha continuado impulsando la demanda de crédito”, tanto para consumo como para inversión. Eso sí, el contexto internacional continúa proyectando incertidumbre sobre la economía española. La escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que tuvo su punto álgido con el anuncio de los llamados“aranceles recíprocos”el pasado 2 de abril, ha generado inestabilidad en los mercados y un notable deterioro de las expectativas globales. Aunque algunas medidas arancelarias se han suspendido temporalmente, el informe avisa de que“el escenario central contemplado en las presentes proyecciones para la economía española está sujeto a un grado de imprevisibilidad excepcionalmente elevado”. Con todo, España afronta el segundo semestre de 2025 con una economía que resiste, pero más expuesta a los vaivenes internacionales. El reto será mantener la estabilidad y reforzar la confianza interna para que el consumo y la inversión no se resientan más de lo previsto. EL PAE SIGUE FUERTE: PRODUCTOS ACCESIBLES, INNOVADORES Y BIEN ADAPTADOS AL ESTILO DE VIDA ACTUAL
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