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45 que fomenten el ahorro de agua y de energía, y consideran el robot aspirador y el robot de cocina unos grandes aliados para afrontar sus tareas de limpieza y preparación de los alimentos. Así es como perciben los centennials sus viviendas del futuro, tal y como recoge el estudio ‘Hogar Z. La vivienda del futuro de la Generación Z en España’, elaborado por el Instituto Silestone. Compatibilidad de caracteres El protocolo Matter intenta poner un poco de orden en este sistema interconectado en el que hay infinidad de productos tecnológicos de diferentes fabricantes, pero cada uno responde a su propio estándar y no todos son compatibles entre sí ni tampoco responden a las órdenes del mismo asistente virtual. Con este avance habrá una mayor compatibilidad y no supondrá tanto quebradero de cabeza para el consumidor porque el manejo se simplifica y existe una comunicación fluida entre los agentes representados. En esta línea, Nuki ha anunciado recientemente la compatibilidad de la cuarta generación de sus cerraduras inteligentes Smart Lock y Smart Lock Pro con este nuevo estándar. Como bien exponen desde la compañía: “Los Smart Locks habilitados para Matter de Nuki se basan en una conectividad moderna y se comunican a través de Thread. Esta tecnología, desarrollada específicamente para dispositivos inteligentes alimentados por batería, asegura que un hogar inteligente responda más rápidamente a los comandos que a través de Bluetooth. Al mismo tiempo, los requisitos de energía de Thread son significativamente inferiores a los de Wi-Fi a un rango similar. Cada uno de los inquilinos puede conectarse al hogar inteligente utilizando la plataforma de su elección. Los dispositivos habilitados para Matter se comunican localmente a través de hubs, y los datos sensibles nunca abandonan el hogar”. Poder comprobar quién entra y sale de casa, abrir la puerta sin tener miedo a olvidar las llaves en el interior o estar de vacaciones y no desvincularse del todo de lo que está pasando en el exterior o interior del inmueble, pudiendo desbloquear el acceso para que, entre un familiar a regar las plantas, por ejemplo, o poner en marcha las luces dando la impresión de que existe alguien custodiando las estancias, son algunos de los beneficios de esta red conectada. Las cerraduras antes comentadas disponen de una batería de mayor duración, por lo que no requieren estar constantemente recargándolas. Otra de sus soluciones es un teclado numérico con huella dactilar que permite controlar la apertura o cierre a través de un código secreto o huella. Para evitar llevarnos sustos innecesarios durante nuestra ausencia podremos reforzar la seguridad con el sistema de alarmas de Gigaset, compuesto por un conjunto de aparatos enfocados a diferentes tamaños de residencias que incluyen una estación base (que es común a todos El consumidor adquiere el don de la ubicuidad, puesto que no le hace falta estar en casa para saber lo que en ella ocurre ni tampoco para que los dispositivos empiecen a funcionar En el hogar inteligente, el usuario toma el control de su vivienda y es capaz de hacer una gestión eficiente de los recursos que tiene a su alcance. En un apartamento corriente, cada electrodoméstico o dispositivo funciona de manera independiente, no existe una intercomunicación entre ellos y es más difícil de percibir dónde se genera un mayor gasto energético. Y esto se traslada también a la seguridad: en una smart home, la casa se blinda para proteger los bienes que hay en ella, estableciendo un conjunto de acciones para evitar que los posibles ladrones den rienda suelta a su plan, como activar el encendido de luces, la bajada o apertura de persianas, sensores que avisan con una notificación al móvil ante un posible movimiento inusual (apertura de puertas o ventanas, así como detectar la presencia de algún intruso merodeando por la zona), activación de alarmas o, incluso, brindan la opción de que el propietario se comunique con el intruso para disuadirlo de que acceda a la morada. Con la democratización de la tecnología domótica, la casa en sí deja de ser un agente durmiente para convertirse en un organismo vivo que, con la introducción de la inteligencia artificial en los equipos, se consigue que esta se anteponga a las necesidades del usuario sugiriéndole consejos o recomendaciones, adaptándose a sus gustos e identificando sus hábitos diarios para ofrecerle las mejores opciones. Así, adquiere el don de la ubicuidad, puesto que no le hace falta estar en casa para saber lo que en ella ocurre ni tampoco para que los dispositivos empiecen a funcionar. Esto le supone un ahorro de tiempo y de dinero, a la vez que logra que sus tareas domésticas sean más eficientes y optimizadas. Y esta idea de residir en una vivienda con este tipo de soluciones instaladas parece que va dando sus frutos entre la población, ya que, aunque tan solo un 13,7% de los usuarios en España considera que vive en una casa inteligente, existe un porcentaje alto que se muestra receptivo a invertir en domótica para equiparla (82%), según datos recogidos por el ‘I Observatorio sobre Vivienda y Sostenibilidad’, elaborado por UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios). Entre las principales razones para ser parte de esta tendencia destacan el ahorro energético que esto supone y las mejoras en el confort y en la seguridad, con un 67,30, un 67,05 y un 52,29% de los adeptos, respectivamente. Preguntados acerca de los productos con los que equiparían sus lugares de residencia, coinciden en señalar, entre los primeros puestos, las bombillas, los termostatos y los enchufes e interruptores, seguidos muy de cerca por los electrodomésticos inteligentes, según datos del informe. Otro estudio que ratifica que la domótica está en pleno apogeo es la 25ª edición de la encuesta ‘Navegantes en la Red’ de la AIMC (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación), donde comprobamos que el 44,8% de los encuestados tiene en su poder algún dispositivo conectado y que hace uso de él a través del smartphone o la tablet. Este dato se ha incrementado 4,5 puntos con respecto al año 2021. Echando un vistazo a los productos que tienen una mayor aceptación destacan la iluminación, las cámaras de seguridad y los pequeños electrodomésticos, siendo los dos primeros los que han registrado un incremento de dos puntos de un año para otro. La tecnología es una parte esencial para el desarrollo de la vida diaria, sobre todo entre el público más joven, y prueba de ello es que la generación Z, aquella comprendida entre los años 1995 y 2010, ve con buenos ojos el uso de la conectividad y la sostenibilidad dentro de la vivienda, así como el uso de electrodomésticos

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