Electromarket_345

79 N o recordaba la última vez que me subí a un patinete de los de toda la vida. Nunca antes habíamontado en uno eléctrico. Sí que hice una vez, hace varios años, una ruta por Madrid con un Segway, pero asistido con un monitor. Por eso, cuando nos propusieron desde Zeeclo probar un patinete eléctrico Elektra, de la serie U, concretamente el modelo U240, durante dos semanas avisé de que el artículo sería desde la perspectiva de un novato, de un niño con zapatos nuevos , de describir sobre todo sensaciones. Cuando llegó a casa, lo primero que me llamó la atención es el peso, 20 kilos que le otorgan una gran estabilidad. En la caja viene indicado que tiene una potencia de 350W, que alcanza una veloci- dad de hasta 30 kilómetros por hora y que sus ruedas son de diez pulgadas. Rápidamente, la abrí. El patinete venía plegado y con el manillar desmontado para ocupar menos espacio. Sus medidas plegado son 117x47,2x53,4 cm. Sin plegar, son 117x47,2x120,3 cm. Es de aleación de aluminio. Ajusté el manillar en poco tiempo, que va fijado con seis tornillos de llave Allen, que también se suministra con el equipo. Sin leer instrucciones (soy de ese sector mayoritario que no suele leer los manuales de instrucciones), lo puse a cargar (igual que si fuera un móvil o un ordenador), aunque supuse que la batería de litio, de 15 Ah con una autonomía de hasta 45 kilómetros, vendría llena. Como accesorios, recibí una bolsa frontal rígida de Zeeclo para el patinete, para llevar de forma protegida, en caso de caída (algo que afortunadamente no pasó durante esta prueba de producto), el mó- vil, las llaves, la cartera y las gafas de sol, entre otras cosas. También un chaleco con luces intermitentes para indicar hacia qué lado vas a girar. No me pudieron facilitar un casco, porque estaba agotado, pero es recomendable utilizar uno. He de reconocer que el tráfico de Madridme da respeto como para hacer largos recorridos en patinete eléctrico entre los coches. Por eso, decidí probarlo, junto con mi pareja, en un parque de al lado de casa, en Madrid capital. Lo activé presionando al botón del ma- nillar. Se encendió la pantalla que informa de la velocidad. Jugué con poner y quitar la luz frontal. Tiene una luz de freno trasera. Muy intuitivo Con precaución, le di al acelerador (de tipo gatillo), pero no se puso en marcha. Enseguida entendí que había que darle un pequeño impulso para que lo hiciera. Es así. Me pareció suave y estable. Todo muy intuitivo, muy fácil y muy cómodo. Me sorprendió. Me gustó más de lo que pensaba. Además, tiene una medida que sirve para una persona tanto bajita como alta (no se regula en altura) lomaneje sin problemas. Incluye un timbre, localizado junto al freno, en el lado izquierdo del manillar, que de vez en cuando hay que usar, ya que el motor no hace nada de ruido. El acelerador se encuentra en el lado derecho, al lado del enganche para el plegado del patinete. Su plegado es muy fácil, se retira el pestillo de seguridad, se lanza hacia adelante una pestaña y el vástago cae poco a poco. Se en- gancha al manillar y así se puede coger mejor para cargarlo a pulso. Llegó el turno demi novia. Le debió de gustar, porque no lo soltaba. Comprobamos que, al usar este dispositivo, se disfruta. Después, fuimos a una calle detrás del edifico donde vivimos que es poco transitada. Ahí, me atreví a coger velocidad. Alcancé sin problemas los 25 kilómetros por hora. Las ruedas están preparadas para los baches. Estuvimosmás de una hora jugando con el patinete eléctrico y el indicador de batería sólo bajó una de sus cinco rayas. La plata-

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