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65 U n año más, el sector de la fotografía digital ha vivido momentos convulsos. En dura lucha contra el avance que han supuesto los nuevos competidores del mercado (notablemente los teléfonos inteligentes, que todo lo pueden), el sector intenta capear el temporal a base de hacerse un hueco entre aquellos aficionados a la imagen para los que prima la calidad final, sobre la facilidad de uso o la conveniencia de los versátiles smartphones. Esta lucha está resultando complicada y hasta casi podríamos decir que infructuosa, ya que el sector no logra despegar y como mucho, consigue mantenerse a flote. Es lo que puede desprenderse de las cifras del último informe sectorial elaborado por Electromarket. Con un volumen de facturación global durante el 2018 de 230 millones de euros (3 millones de euros más de lo previsto), el segmento de fotografía digital salva la cara frente a sus más directos competidores, pero se observa claramente como cada año que pasa su volumen de negocio se resiente un pocomás. Y es que, no hace ni cuatro años, estábamos hablando de unas cifras de facturación en torno a los 252 millones de euros. La competencia Sin ningún género de dudas, la principal causa de esta caída en desgracia del sector de la foto- grafía se debe a la irrupción en el mercado de los smartphones o teléfonos inteligentes. Desde que se les añadió cámara a los teléfonos móviles, la caída de La esperanza del sector se encuentra en el segmento EVIL, de cámaras compactas con objetivo intercambiable, que va visto aumentar su facturación en un +25% y las unidades vendidas en un +10% MERCADO ESPAÑOL DE FOTOGRAFÍA DIGITAL • Millones de euros 2018* 2017 2016 2015 257 242 247 230 EVOLUCIÓNDEL MERCADO ESPAÑOL DE LA FOTOGRAFÍA DIGITAL. 2017-2018 • Unidades -20% Accesorios Objetivos Tarjetas de memoria Cámaras lente ja Cámaras lente intercambiable compacta Cámaras lente intercambiable ré ex 10% -16% -16% -3% -20% Fuente: Consultoras. Elaboración: Electromarket ventas del sector fotográfico no se hizo esperar. De unos años a esta parte (en el que las cámaras de los teléfonos móviles pueden rivalizar tanto en calidad como en rapidez con casi cualquier equipo dedicado del mercado), la canibalización de segmentos enteros del sector ha sido más que notoria. El ejemplo más claro lo encontramos en el segmento de cámaras de objetivo fijo (las típicas veraniegas de apuntar y disparar con un pequeño zoomóptico no intercambiable), pues en dicho segmento las ven- tas no dejan de retroceder año tras año. El año pasado, su caída fue de un -16% y casi podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que su venta es ya meramente testimonial (unos pocos miles de unidades en todo el país). Esa reducción de ventas se tradujo en una caída de la facturación del -19%. Lo peor del asunto es que sus hermanas mayores (las cámaras réflex tradicionales con objetivos intercambiables), que parecían sobrellevar a duras penas losmalosmomentos del sector, también están sucumbiendo ante los pequeños y ligeros móviles actuales. Poco puede competir un equipo de 1-2 kilos de peso contra un smartphone de 400 gramos que al final y para el usuario medio, saca fotos “igual de bonitas”. Sus cifras de ventas caen incluso más que las de las compactas: un 20% menos de unidades ven- didas en 2018 . Y eso pese a que el precio medio de estos equipos ha caído un 2% respecto al año anterior. Toda una declaración de intenciones por parte de los consumidores de hacia dónde se dirige el mercado. Las cifras no animan al optimismo Otro de los segmentos en los que podemos observar claramente este comportamiento es el de los objetivos intercambiables, que también sufre una caída de ventas aunque menos acusada que el de cámaras. Con cada vez menos consumidores comprando cámaras réflex, y con los pocos que quedan optando por las EVIL

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