Eficiencia, capacidad, diseño, comodidad, facilidad, fiabilidad. Son algunas de las características que potencian los nuevos modelos de lavavajillas y lavadoras. El objetivo, hacer la vida más fácil y cómoda al usuario. Cada vez, son más inteligentes. Los nuevos modelos de lavado –tanto lavavajillas como lavadoras- llegan a los hogares con prestaciones innovadoras que hacen que la vida de los usuarios sea más cómoda. Prácticamente todos las novedades apuestan por la eficiencia; ya que los fabricantes son conscientes, por un lado, de la importancia que tiene el medio ambiente y, por otro lado, de lo necesario que es ahorrar en las facturas de la electricidad y del agua, en un momento en el que éstas han subido considerablemente.

En los lavavajillas encontramos que los programas están destinados a garantizar la mejor protección contra todo tipo de suciedad y consumir lo menos posible de agua y de energía. Hay dispositivos que indican su consumo, de agua y de energía, y que ayudan a elegir el programa de lavado con un menor impacto medioambiental en cada momento. Otros, detectan automáticamente el grado de suciedad de la vajilla y determinan el nivel de intensidad de los chorros, el grado de temperatura y el número de aclarados necesarios para obtener la máxima eficacia. La media carga es un corsé que para muchos fabricantes representa el pasado. Por supuesto, se puede optar por lavados rápidos, que rondan los 25 minutos, o limpieza en profundidad, de acuerdo con las necesidades de cada ocasión. Con seis o siete litros de agua es suficiente para los ciclos de lavado de muchos de los nuevos productos.

Las lavadoras por su parte también siguen la misma filosofía que la de los lavavajillas; menos consumo y máxima eficacia. En la actualidad encontramos varios modelos que incorporan sensores que son capaces de detectar la carga exacta de ropa, el tipo de tejido a lavar e incluso la dureza del agua.  Con todo ello seccionan el tipo de lavado que es más adecuado para la ropa que hemos introducido en el tambor. Además gracias a los dosificadores la máquina también seleccionará cuál es la cantidad adecuada para cada lavado permitiéndonos ahorrar también en jabón y suavizante. 

El diseño es tendencia. Se persigue que los aparatos se puedan integrar en cualquier tipo de cocina, ya sean de libre instalación o empotrables. Entre lo nuevo que ha llegado este año a los portafolios de lavavajillas, máquinas que prescinden del tirador porque su apertura se realiza de forma automática, dando leves toques en la puerta. Asegura su total integración en cualquier tipo de cocina. Esto, además de ofrecer estética, otorga comodidad.

Sin duda otra de las tendencias que se ha ido instalando en estos últimos años ha sido la mayor capacidad de carga de las lavadoras. Si hace poco más de una década reinaban las lavadoras con una capacidad de carga de 4 a 5 kilos ahora la tendencia es totalmente inversa. La mayoría de los modelos ofrecen cargas de entre 7 y 8 kilos y las hay hasta de 15 kilogramos. Estas últimas son perfectas para familias numerosas. La tecnología Wi-Fi llegó hace unos años para quedarse. Y no sólo la encontramos en televisores, smartphones o tablets ahora los fabricantes trabajan para incorporarlo en casi todos los aparatos de casa y en los electrodomésticos.

Dentro de la Línea Blanca las ventas de lavado representan un buen trozo del pastel. Las lavadoras acumulan un 27%  de las ventas  en valor mientras que los lavavajillas se llevan un 12%. De enero a agosto de este año se han vendido un 2% más de lavadoras –en unidades- y un 6% más de lavavajillas. Eso sí la facturación de las lavadoras durante este período ha decrecido un 1% - en gran parte por el decrecimiento del precio medio- y la facturación de los lavavajillas ha crecido un 3%.