Durante los últimos años la industria de frigoríficos del mercado de electrodomésticos está en constante desarrollo. Cada año se venden alrededor de 215 millones de refrigeradores en todo el mundo, según el informe sobre Estadísticas del mercado de consumo de Statista. Estas ventas generan más de 125.000 millones de doláres en ingresos de mercado anuales y un crecimiento anual de un 4,57%. Con más de 71M millones de dólares, Asia posee el mercado de refrigeradores más grande de 2022 a nivel mundial.

Hoy en día casi todos los hogares cuentan con un frigorífico en sus casas. Este electrodoméstico se ha convertido en la forma más eficaz de almacenar los alimentos esenciales. Según su capacidad para enfriar, sus características, las fuentes de alimentación y el presupuesto que se maneje, existen diferentes tipos de neveras. Hoy en día la más popular es la nevera compresora, aquellas que son eléctricas y enfrían de manera más rápida, con posibilidad incluso de funcionar como congelador.

Las marcas de frigoríficos más populares en 2023

Según una Encuesta mundial de consumidores de Statista, la marca LG es la más popular en India y Corea del Sur. Samsung protagoniza los hogares de Italia y Francia, mientras que la marca AEG es la elegida en Alemania y Austria.

En España la tendencia en marcas de neveras está liderada por Balay. En una encuesta online realizada en 2023 a 1.905 consumidores en España, Statista revela que la empresa Miele es la menos elegida por los españoles. Además de Balay, otras de las marcas favoritas de los consumidores son Bosch (citada por un 18% de los encuestados), LG (12%) y Samsung (8%). Las empresas Edesa, Hisense, Siemens y Whirpool comparten resultados, con un 3%, por delante de otras como Electrolux, Haier, Liebherr y Zanussi (2%).

¿Hasta cuándo se puede arreglar mi frigorífico?

En 2021 entró en vigor el llamado "derecho a reparar" de la Unión Europea. Esta medida recoge que los fabricantes deben garantizar la posibilidad de reparación de los electrodomésticos hasta 10 años. A partir de esta ley, las empresas deberán disponer de piezas de reparación durante una década con la voluntad de reducir los residuos eléctricos que generan los nuevos equipos y colaborar así con la huella ambiental. La normativa, que contempla también a los fabricantes de lavadoras, televisores y otros productos de electrónica de consumo, pretende también acabar con la obsolescencia programada.