Robots de cocina, batidoras, cortafiambres, picadoras, vinotecas, básculas de cocina, gofreras o máquinas de café son algunos de los pequeños electrodomésticos que se han adueñado de nuestra cocina y que nos permiten ahorrar tiempo y esfuerzo. Debido, sobre todo, a que resultan muy sencillos de utilizar, son prácticos y permiten elaborar platos sencillos en pocos minutos. Porque desde que la llamada fun cooking llegó a nuestras vidas, la elaboración de platos saludables, rápidos, sencillos y en los que participan todos los miembros de la familia, ha adquirido una nueva dimensión. De esta manera, disfrutar de la familia y de los amigos, elaborando recetas sencillas, que no requieren de conocimientos avanzados ni de materias primas complejas, es una opción que tenemos (más que nunca), al alcance de la mano. Y que nos ha permitido cambiar el humo y el calor por la diversión y excelentes resultados en poco tiempo. Una nueva cocina divertida, diferente, sana, saludable y, sobre todo, muy motivadora.

Una tendencia que han sabido aprovechar los fabricantes y el mercado en general, también dentro de la categoría de menaje, que nunca defrauda. Entre otras cuestiones, por la puesta en valor de la cocina, gracias al papel de los grandes chefs y a la necesidad de apostar por una alimentación saludable y comprometida con el medioambiente. Con el propósito de consumir alimentos de proximidad y de temporada, así como una decidida apuesta por el cocinado a vapor y a baja temperatura, para comenzar a experimentar en ese taller gastronómico personal en el que se ha convertido nuestro espacio de cocina.

Wok, termómetros de temperatura, cazuelas para cocinar al vapor, bandejas para asar y hornear... Son algunos de los utensilios que más proliferan en la cocina cuando se trata de preparar alimentos sanos y saludables. Y, para ello, la cocina al vapor es una de las técnicas más sencillas para empezar a cocinar desde cero. Porque una de sus principales ventajas es la posibilidad de disfrutar de nuevas texturas y sabores, a la vez que nos permite cocinar fácilmente, y de manera sana y económica. Cabe destacar que, para esta técnica, son ideales todos aquellos alimentos con un alto contenido de almidón, como son las patatas, el boniato o el maíz, así como las frutas, las verduras, el marisco, los pescados y algunas carnes.

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