El sector de la calefacción eléctrica se ha mantenido estable en 2021 con respecto al año 2020: el número de unidades vendidas creció un 1,4% hasta alcanzar las 1.430, frente a las 1.410 unidades del año precedente. En cuanto a la facturación, en 2021 se contabilizaron 42 millones de euros, un aumento del 2,4% si lo comparamos con 2020, cuando se recaudaron 41 millones de euros.

Con todo, el precio medio de la calefacción eléctrica aumentó un 3% en 2021. En el desarrollo del sector, por lo tanto, ha primado una estabilidad, manteniéndose en cifras que son prácticamente idénticas a las del año anterior. Incluso en el año 2020 y pese a la crudeza de la pandemia del Covid-19 y a sus consecuencias económicas, el crecimiento fue mayor con respecto a 2019, cuando se reflejó un crecimiento del 5,1% en valor y del 2% en número de unidades vendidas.

La razón de esta estabilidad y de que el consumidor siga apostando por este tipo de energías es la buena relación entre calidad y precio, pese a las cada vez más acuciantes subidas en los precios de la luz. De hecho, las subidas constantes experimentadas durante este 2022 nos mantienen en alerta y habrá que analizar el próximo año, una vez concluya el actual, si efectivamente las subidas en los precios de la electricidad están teniendo una consecuencia directa en el tipo de calefacción más frecuente por el que opta el consumidor.

Ventajas de los convectores eléctricos

Pese a estos inconvenientes, la calefacción eléctrica sigue siendo la opción mayoritaria porque refuerza la seguridad. Es uno de los sistemas de energía más limpios que hay ya que no produce gases ni olores ni genera residuos al hacer la combustión. Este mecanismo hace, además, que el consumidor se sienta más seguro que con otros sistemas de calefacción, los cuales se han vinculado en más ocasiones con explosiones o accidentes domésticos.

En cuanto a los convectores eléctricos, entre sus ventajas encontramos también que su precio es asequible y son cómodos a la hora de adquirirlos, instalarlos y utilizarlos. De hecho, para su instalación se necesita únicamente disponer de una red eléctrica y enchufarlo a ella. La mayoría de estos aparatos disponen de ruedas para poder ser transportados con facilidad de una estancia a otra de nuestra casa u oficina.

Otra ventaja es que este tipo de calefacción no requiere de un tiempo de espera para que se caliente la estancia, sino que de manera prácticamente inmediata irradia el calor. Si además dispone de turboventilador, el proceso será aún más rápido. En cuanto a la tipología de estos aparatos, dentro de la calefacción eléctrica podemos optar por radiadores fijos anclados a las paredes de nuestros hogares o por radiadores portátiles, que se adapta a nuestras necesidades. La tendencia es que, en sitios más fríos, como puede ser el norte de España, los sistemas de calefacción estén sujetos a la pared ya sea por calefacción central o a través de otros mecanismos. Mientras que en las zonas insulares o en el sur de España, territorios generalmente más calurosos, los sistemas suelen ser móviles y utilizarse solo en momentos puntuales.

Radiadores termofluidos, chimeneas eléctricas o convectores eléctricos son algunos de los aparatos que podemos encontrar bajo esta línea en el mercado. Dentro de estos aparatos portátiles, entre los más frecuentes encontramos los calefactores eléctricos, que aportan un calor rápido y fluido; los calefactores cerámicos, que ofrecen una mayor inercia térmica, y los calefactores infrarrojos, con un calor dirigido al exterior.

En general, casi todos los aparatos destinados a la calefacción eléctrica han aumentado su producción y venta, en mayor o menor medida. Es el caso de las bombas de calor sólo ACS, según datos estadísticos elaborados por FEGECA (Fabricantes de Generadores y Emisores de Calor) en su `Informe anual del sector de la calefacción´. Estos aparatos en concreto se encuentran entre los que más se han incrementado sus ventas, creciendo en un 42,24%, pasando de vender 11.600 unidades en 2020 a 16.500 unidades en 2021.

Al otro lado de la balanza, prácticamente los únicos aparatos cuyas ventas han descendido han sido los captadores solares: en 2020 se vendieron 86.100 unidades, reduciendo esta cifra en un 30,31%, hasta alcanzar la cifra de 60.000 unidades.

Eficiencia energética como camino a seguir

Es importante tener en cuenta, especialmente con la subida de los precios de la electricidad, que el aparato sea de bajo consumo. La mayoría de ellos tienen integrada esta capacidad, especialmente si son nuevos. Una característica que nos permitirá ahorrar en la factura de la luz, pero, a su vez, contribuirá al cuidado del medioambiente. De hecho, el camino hacia el que se dirige el sector de la calefacción eléctrica pasa indudablemente por la eficiencia energética: encontrar y desarrollar medidas eficientes, sostenibles y renovables que cubran las necesidades térmicas de la población. Además de ser una necesidad para la supervivencia de nuestro planeta, el año 2021 ha sido escenario de reformas legislativas que van también encaminadas a estos cambios.

El citado `Informe anual del sector de la calefacción´ elaborado por FEGECA recoge cómo en 2021 han visto la luz diferentes leyes, reglamentos y programas de incentivos destinados a acelerar la recuperación de los sectores económicos potenciando "la descarbonización de los mismos, identificando al sector de la calefacción y la producción de agua caliente sanitaria como una pieza fundamental para su consecución". "En el ámbito normativo, en julio entró en vigor la Ley Europea del Clima, que establece el compromiso de la UE con la neutralidad climática y el objetivo intermedio de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 55% como mínimo de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990", recoge el informe.

A ello se le suma que los fabricantes han logrado materializar la posibilidad de disponer de equipos aptos para trabajar con metano biológico y sintético, amén de con GLP biológico sin ningún tipo de cambio en el aparato. "Muchos de los equipos que se comercializan actualmente pueden funcionar con mezclas de hasta un 20% de hidrógeno con cualquier gas a base de metano". Todos estos cambios, recogidos en el citado informe, abren un nuevo horizonte para que la descarbonización de los edificios sea "rápida, eficiente y económica". En definitiva, una necesaria apuesta por la protección de nuestro planeta.

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