En 2018, el PIB de Castilla y León sufrió un aumento del 2,5%, lo que le situó bastante cerca de la media española, que fue del 2,6%. Sin embargo, para este 2019, las últimas estimaciones del BBVA Research apuntan que podría sufrir una desaceleración, en consonancia con la que está viviendo el país. De esta manera, está previsto que el PIB castellanoleonés crezca un 2%, unas tres décimas menos que la media española, que se espera que se sitúe en el 2,3%. Para el 2020, las estimaciones de la entidad señalan que Castilla y León mantendría un crecimiento estable del PIB del 2%, a diferencia del español, que se quedaría en un 1,9%. Con estas cifras, se espera que entre este año y el próximo se puedan llegar a crear unos 35.000 puestos de trabajo en la comunidad autónoma. De esta manera, se conseguiría reducir la tasa de paro hasta el 8% en 2020. Esta cifra supondría todavía estar un punto por encima del mínimo conseguido en 2007.

En este 2019, al igual que en gran parte de los hogares españoles, en Castilla y León también se ha vivido un debilitamiento del gasto y una ralentización de las exportaciones. Esto último ha sido debido, principalmente, al incremento de los aranceles y la regulación en determinados sectores. En el informe del último trimestre del año, presentado por BBVA, se señala que la esperada recuperación de las exportaciones sigue sin producirse, lo que está limitando la mejora de la producción industrial y el consecuente incremento del empleo, del aumento de la esperanza de los hogares y del mayor consumo. Sin embargo, si miramos a 2018, el consumo de los hogares sí que se mantuvo en cifras parecidas a las 2017. Los causantes de ello fueron: el precio del petróleo, unos tipos de interés bajos y el ligero aumento de la renta de las familias.

En cuanto a la licitación, el año pasado volvió a crecer. A pesar de ello, lo hizo menos que la media española. Así, el importe de obra pública se incrementó un 15,8% respecto a 2017, 16 p.p. por debajo de la media nacional. En términos provinciales, la licitación aumentó en todas las provincias, exceptuando a Palencia, Salamanca y Soria. En el otro lado de la balanza se encontraron Ávila, Segovia, Valladolid y Zamora, donde la tasa de licitación interanual superó al 65%.

Hablando de viviendas, las cifras fueron más positivas que en 2017. En total, en 2018 se terminaron 2.623 viviendas, mientras que el año anterior habían sido 2.405. Por lo que a viviendas libres iniciadas se refiere, el 2017 fue un buen año. Pues si iniciaron unas 550 viviendas más que en 2016. De la composición de la demanda de la vivienda en 2018, señala el BBVA Research, se podría destacar el leve crecimiento de las operaciones realizadas por los residentes de la provincia. Sin embargo, descendieron las que fueron hechas por extranjeros. Como es de esperar, se viven grandes diferencias según las provincias. De esta manera, Segovia y Valladolid fueron las que tuvieron los crecimientos más acusados, superando el 20%. En el lado contrario, encontramos las provincias de Segovia y Valladolid.

A diferencia de la tendencia estatal, un año más en Castilla y León se vivió un nuevo descenso del precio de la vivienda. Por lo menos así fue durante los tres primeros trimestres del 2018, cuando el precio se redujo un 0,7% interanual, quedándose en los 1.037,1 €/m2. Por zonas, la vivienda aumentó de valor en Valladolid y Ávila.

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