El momento de la voluntad de hierro

Siempre se ha dicho que hace falta mucho coraje, las máximas ganas para conseguir nuestros logros laborales y ahora parece que el momento lo requiere más que nunca.

13/12/2019

Por José Carrasco A los numerosos deberes que todos tenemos en las pymes para sacarlas adelante, como la famosa transformación digital, la experiencia del cliente, el análisis de datos, la diferenciación en productos, servicios o comunicación, el marketing digital, la experiencia del empleado, la formación, la cultura de empresa y sus ...

Por José Carrasco

A los numerosos deberes que todos tenemos en las pymes para sacarlas adelante, como la famosa transformación digital, la experiencia del cliente, el análisis de datos, la diferenciación en productos, servicios o comunicación, el marketing digital, la experiencia del empleado, la formación, la cultura de empresa y sus valores, la visión y la misión, el marketing emocional, la innovación, la excelencia y otros, se une ahora una necesaria y fuerte determinación y resistencia que responda a todos los frentes a la vez.

Son fechas de análisis, tanto a nivel interno como externo, y entonces descubres que son muchas cosas las que hay que revisar, reorientar, modificar o cambiar drásticamente. Y hace falta toda la energía de todo el equipo que ya está a tope para poder navegar con tantas olas y tormentas en el mundo económico y empresarial.

Cada vez resulta más difícil hacer previsiones y planificar el próximo año, y ya casi nadie se atreve a planificar a varios años vista como se hacía tradicionalmente, pues el mundo da muchos bandazos y cambia constantemente y eso genera una inquietud permanente.

Por todo esto, cada vez tiene más mérito tener una pequeña empresa o comercio en el mercado viva y compitiendo, y la pena es que la sociedad no lo valora justamente. La gente solo se acuerda de lo importante que es hoy día una empresa cuando ya ha perdido el empleo o cuando ya lo han perdido muchos de los más cercanos.

Pero el tejido de empresas que tenemos en España es este: muchas empresas pequeñas y las llamadas micropymes. Son las que generan importantes empleos y pagan importantes impuestos, en algunas ocasiones en proporción más que las grandes.

Es ahora cuando hace falta más que nunca estar unidos y que todo el equipo humano sepa colaborar y apoyar las iniciativas necesarias para hacer posible la viabilidad de cada empresa. No es momento de poner pegas, de buscar excusas, de buscar culpables, de boicotear el cambio, de no aprender nuevas cosas, de poner palos en las ruedas, de no querer reconocer la realidad, de dejarse engañar por la toxicidad exterior, de dejarse influir por la enorme basura emocional, de querer ser como otros que quizás resulta que están peor que nosotros pero con tanto postureo no vemos con claridad.

Hay una noticia de la Universidad de Valencia que explica que a través de la Inteligencia Artificial van a poder detectar las enormes falsedades y odio que circulan por las redes sociales y que nos tienen envenenados y nos distraen y confunden. Pues como sea verdad van a tener trabajo de una magnitud impresionante.

Todo esto, y detectar y corregir los permanentes virus y ataques informáticos y a móviles, van a ser actividades de gran envergadura, ya que a veces da la sensación de que mientras unos estamos ocupados en construir y hacer cosas productivas, la otra mitad se dedica a generar falsedades y a atacarnos produciendo un ambiente muy hostil.

Pero como siempre se ha dicho que todos los que tenemos pequeños negocios somos una raza especial, seguro que sabremos estar a la altura para lidiar con este toro llamado mundo VICA, que muy resumido quiere decir un mundo caótico, desordenado e ilógico para nuestra forma de razonar durante mucho tiempo en otro mundo más estable. Por lo tanto, es el momento de tener mucho valor, mucha paciencia, constancia, determinación y de no ceder en nuestra voluntad de hierro.

Si hacemos los deberes, si cumplimos con nuestras responsabilidades, si mantenemos a flote nuestro negocio en estos momentos de dificultades no solo económicas, sino sociales, políticas, tecnológicas, regulatorias y sectoriales en casi todos los mercados, ya podemos estar muy orgullosos y olvidarnos de los grandes logros si no llegamos a ellos.

Una cosa es tener una estrategia y un plan de viaje y otra que por multitud de factores no se puedan conseguir al 100% los objetivos lo que en ningún caso debe causarnos ningún trauma ni ninguna decepción y mucho menos generarnos una ansiedad innecesaria.

Es en estos momentos cuando el que resiste en el mercado suele ganar a medio plazo posiciones mejores y por lo tanto ser el ganador o uno de ellos, aunque ya no sea de la forma tan espectacular como antes, hay victorias más justas y por ello no quiere decir que no sean merecidas porque hemos luchado tanto o más que nunca.

Me despido deseando mucha suerte porque la van a necesitar a los que tengan ahora una voluntad floja y muchos éxitos seguros a los insistentes y resistentes.

Felices Navidades y Feliz Nuevo Año 2020 para todos.

No fui valiente, simplemente no tuve tiempo de asustarme.

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