El lavavajillas se ha convertido desde hace años en un electrodoméstico básico en la cocina. Tanto si vives solo como en pareja, o si eres parte de una gran familia, el lavavajillas constituye un ahorro de tiempo y energía como pocos elementos dentro de la casa. Y estamos seguros de que las discusiones sobre quién hace qué en los hogares de todo el mundo han disminuido notablemente.

Gracias a su evolución en los últimos años, la variedad y flexibilidad de este electrodoméstico permite ajustarnos mucho más a nuestro día a día y no precipitarnos en la compra. Teka recomienda 6 factores claves a tener en cuenta para elegir el lavavajillas que más se adapta a tus necesidades.

1. Capacidad

Mientras que antes teníamos que conformarnos con tamaños estándar, la evolución natural de este electrodoméstico permite ahora elegir la capacidad del lavavajillas. Así, para una familia de varios miembros, un lavavajillas de 16 a 14 cubiertos puede cubrir sus necesidades, pero para parejas o aquellos que viven solos existen modelos con una menor capacidad como los lavavajillas compactos.

Si eres de los que no quieren renunciar a un lavavajillas grande aun siendo pocos en casa ya no tienes que esperar varios días para llenar el lavavajillas y no desperdiciar agua y energía. Ahora puedes elegir un modelo con sensor de carga que no sólo permite un ajuste energético a la carga real, sino que también se adapta al nivel de suciedad de tus platos.

2. Tipos de instalación

Otro factor que deberemos tener en cuenta es el tipo de instalación. Los hay de dos tipos:

· Integrables: diseñados para una total integración en tu cocina, ya que se utiliza la puerta de tu mueble y queda totalmente oculto y armonizado con la estética del espacio. Puedes instalarlos bajo la encimera, sobre o como parte de un mueble concreto.

· Libre instalación: preparado para cualquier cocina. Existe una gran variedad de acabados pero si buscas ahorrar tiempo en su limpieza, Teka recomienda elegir el acero inoxidable antihuellas.

3. Tamaño

El tamaño exterior está directamente relacionado con tu gasto diario y con el espacio de tu cocina. Los lavavajillas compactos pueden encajar en prácticamente cualquier rincón y ofrecen las mismas prestaciones de limpieza que un electrodoméstico grande, pero adaptado a espacio y cantidades.

Existen modelos diseñados especialmente para espacios estrechos. Para aprovechar plenamente cada rincón de tu cocina, los lavavajillas de 45 cm de ancho pueden encajar en lugares más pequeños de lo habitual.

4. Organización del electrodoméstico

La organización interna del lavavajillas ayuda a optimizar el proceso de limpieza y el secado, tanto por tiempo como por resultados. Para ello, mira que las bandejas internas y la disposición de las cestas sea lo suficientemente flexible como para que tu vajilla, cubiertos y menaje encuentren su espacio.

5. Seguridad

Los elementos de seguridad son otro de los factores a tener en cuenta a la hora de elegir un modelo u otro. Existen sistemas que bloquean la entrada de agua para evitar posibles fugas en caso de avería, evitando así inundaciones. Los bloqueos de seguridad en los botones también son una opción a tener en cuenta en las casas donde hay niños.

6. Eficiencia energética

Asegúrate de que el electrodoméstico cuenta con determinadas opciones para ahorrar tiempo y dinero, además de echar una mano al planeta:

· Elige los modelos que ofrezcan la opción de sensor de carga o con una función para media carga, mejor si cuentan con programa ECO.

· Asegúrate de que la catalogación energética es A o mayor. No sólo ahorrarás en la factura, también emitirás menos CO2 a la atmósfera.

· Si tienes una tarifa energética nocturna puedes aprovecharte del ahorro energético, dejando que el lavavajillas funcione por la noche. Reducirás también la contaminación acústica.

· Es importante elegir un modelo preparado para que proteja tu vajilla y así mantenerla en óptimas condiciones durante más tiempo.

Por último, recuerda que la adquisición de un nuevo lavavajillas no corresponde únicamente a motivos estéticos. A pesar del desembolso inicial, los electrodomésticos antiguos suponen un notable incremento de consumo que se manifiesta en las facturas energéticas. Adquirir un nuevo aparato eléctrico con un uso tan habitual como el del lavavajillas, es una inversión con la que ahorrarás dinero en un corto periodo de tiempo.