La empresa especializada en realidad virtual multijugador, Zero Latency, ha inaugurado su primer centro en Andorra, sumando así al Principado a la lista de países que ya cuentan con la mayor experiencia de ocio de realidad virtual que puede disfrutarse a nivel usuario en el mercado, un total de 19. ...
La empresa especializada en realidad virtual multijugador, Zero Latency, ha inaugurado su primer centro en Andorra, sumando así al Principado a la lista de países que ya cuentan con la mayor experiencia de ocio de realidad virtual que puede disfrutarse a nivel usuario en el mercado, un total de 19. El Principado cuenta así con una nueva alternativa de ocio adulto, que ya ha triunfado en otros países, como Australia, su país de origen, donde se inauguró en el año 2015, Estados Unidos, Canadá o China. De hecho, entre todos los centros del mundo, 32 en total, se ha superado el millón de partidas jugadas y cerrará 2019 con una facturación superior a los 15 millones de euros.
"La expansión de Zero Latency en Europa comenzó con Madrid en 2016, tras la que llegaron Lisboa en 2017, Terrassa y Nottingham en 2018 y Dublín y Munich en abril de este año y continuará próximamente con nuevas aperturas en Londres, Zaragoza, Barcelona, Bruselas y Nantes. Nuestro objetivo es pasar de los 6 centros que tenemos ahora en esta zona a los 12 para final de año. Pero nuestro foco está puesto ahora en Caldea, en Andorra", afirma Alberto Marcos, Business Development Manager de la compañía para Europa.
Este nuevo centro consta de una sala de 225 metros cuadrados situada en el edificio del balneario termolúdico Caldea y permitirá a los asistentes, repartidos en equipos de hasta 8 personas, experimentar 5 juegos diferentes, en partidas de 15 a 30 minutos:
La compañía siempre ha buscado la mejor tecnología para ofrecer la experiencia más real e inmersiva posible. Es por ello que, desde los inicios, el equipo de cada jugador ha contado con la tecnología más avanzada del mercado: una mochila estilo militar con un ordenador Alienware, un casco de realidad virtual desarrollado con software abierto de la plataforma OSVR, armas llamadas Blackbird, fabricadas con impresoras 3D, con un peso y diseño inspirados en las del ejército australiano, gafas, micrófono y auriculares con sonido envolvente. Además, ofrecían libertad total de movimiento, porque el jugador no estaba sujeto con cables ni había paredes o muros en el espacio de juego.
Gracias al acuerdo al que llegó la empresa con grandes líderes del sector tecnológico, como Intel, HP o Microsoft, hace unos meses, continuará desarrollando aún más su hardware y software, para conseguir que las experiencias sean aún más impresionantes.