El 5G marca el futuro de los smartphones

El mercado de telefonía móvil continúa con sus buenos datos de facturación en España. Todo ello a pesar de una ligera caída de ventas en el último año, que ha conseguido sortear gracias al aumento del precio medio de venta de los equipos.

19/07/2019

Al sector de la telefonía móvil se le podría considerar como la "niña bonita" de la electrónica de consumo. Mientras que el resto del sector arrastraba números rojos año tras año, la telefonía móvil en cambio disfrutaba de una salud envidiable. En el mismo período en que las ventas de ...

Al sector de la telefonía móvil se le podría considerar como la "niña bonita" de la electrónica de consumo. Mientras que el resto del sector arrastraba números rojos año tras año, la telefonía móvil en cambio disfrutaba de una salud envidiable. En el mismo período en que las ventas de GPS, cámaras de fotos o despertadores no dejaban de caer día tras día; por su parte las cifras de teléfonos móviles y smartphones alcanzaban cotas estratosféricas. Aunque como todo sector, también tuvo su pequeño bache allá por 2016, pero del que se recuperó rápidamente.

El gran momento definitorio del segmento de telefonía móvil llegó con el aumento de los paquetes de datos por parte de las operadoras. Si hasta hace bien poco teníamos un "teléfono inteligente" al que no podíamos sacarle todo el provecho que quisiéramos ya que estábamos constreñidos por unas tarifas de datos más que escasas; fue la llegada de tarifas ilimitadas (o de gran cantidad de gigas/ mes) lo que permitió sacar a la "bestia" que llevaba dentro el sector.

Así, a través de aplicaciones como WhatsApp, Messenger o Skype, los usuarios le dieron una nueva utilización al hasta ahora "limitado" teléfono inteligente que llevaban en sus bolsillos. Comenzó a extenderse el envío de vídeos y clips de sonido a través de estas aplicaciones de mensajería y fue también el comienzo de los primeros pasos en el uso de la videoconferencia de modo cotidiano. Gracias a esta explosión de gigas, afloraron también los servicios intensivos en consumo de datos y nuestro smartphone se convirtió en una extensión de nuestra persona: escuchábamos nuestra música favorita en él gracias a servicios como Spotify; veíamos películas de camino al trabajo a través de servicios como Netflix o leíamos nuestros libros de cabecera a través de la app de Kindle. Todo ello desde un mismo equipo, que en principio, "sólo servía" para hacer llamadas.

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