Calidad de impresión y bajo coste son, probablemente, los dos principales aspectos que buscamos como consumidores a la hora de elegir un cartucho de tinta. Sin embargo, afortunadamente, cada vez somos más los usuarios que nos preocupamos por el medio ambiente. Cada día salen decenas de noticias sobre el efecto que tiene el plástico en el medio ambiente, los problemas que se derivan del cambio climático o la infinidad de animales que están en peligro de extinción por el comportamiento humano.

Para revertir esta situación, muchos usuarios nos estamos pasando, en la medida de lo posible, a la economía circular. Cada vez más, apostamos por las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar) en detrimento de la economía de un solo uso, donde se produce, se usa y se tira. Afortunadamente, no solo los usuarios de a pie están apostando por las tres erres. También nos encontramos con empresas tecnológicas que, conscientes del daño que pueden llegar a hacer algunos residuos, deciden subirse al carro del reciclaje. Lo hacen reutilizando los residuos como fuente de recursos para volver a producir, usando fuentes renovables o introduciendo al máximo procesos más ecológicos durante todo el proceso de producción.

Desde agosto del año pasado, fecha en la que entró en vigor una nueva normativa europea, es obligatorio reciclar los tóneres y los cartuchos de tinta. No obstante, los consumibles de impresoras juegan un papel crucial en el proceso de contaminación. Para ello, los fabricantes de cartuchos originales cuentan, la mayoría, con programas de reciclado. A través de ellos, ofrecen opciones gratuitas y cómodas de recogida de los consumibles de impresoras. El objetivo es, por una parte, facilitarle el proceso al consumidor y, por la otra, que los cartuchos y tóneres no terminen en océanos o vertederos, como pasa con muchos de los no originales. Allí, pueden tardar más de 20 años en degradarse. En cambio, si la compañía recoge el cartucho, puede separar los materiales y volver a reutilizar aquellos que sean útiles para la fabricación de futuros consumibles, además de usar plásticos menos agresivos para el medio ambiente.

A todo ello hay que añadirle que algunas compañías, como HP, también usan menos embalaje en las impresoras y en sus consumibles originales, además de aumentar constantemente el contenido reciclado.

Pensemos en cuántos cartuchos y tóneres gastamos a lo largo de nuestra vida. El medio ambiente se merece que apostemos por cartuchos originales, ¿no?