El Galaxy S10+ se presenta en la habitual caja negra de cartón de apertura superior. Una vez abierta, encajado en la tapa encontramos un compartimento que aloja la documentación en papel, consistente en la guía de inicio rápido, la garantía, la guía de bloqueo regional, información sobre Samsung Pay, y las instrucciones para transferir el contenido del teléfono desde el que estamos migrando (si es el caso) al nuevo. En la parte trasera de este compartimento encontramos el punzón para abrir la bandeja de las tarjetas SIM y micro SD del teléfono.

Bajo el terminal encontramos el cargador (con el cable USB-A a USB-C separado, pudiendo utilizarlo también para conectar el teléfono al ordenador) y dos adaptadores: un USB-A hembra a USB-C macho, y otro micro USB hembra a USB-C macho. Ambos pensados para ser empleados con el cable del cargador para la conexión o transferencia de datos. Finalmente, y en un compartimento, tenemos los auriculares, firmados por AKG, y sus correspondientes siliconas de recambio (las gomas que entran dentro de los oídos) o para adaptarse al tamaño.

Diseño

Si tuviera que definir con una sola palabra el diseño del S10+, al igual como el resto de los terminales de la gama S10, esta sería "elegancia". Personalmente, desde el S8 valoro mucho el diseño que la compañía surcoreana imprime a sus dispositivos, ya que lo encuentro un equilibrio perfecto entre el clasicismo (¿se puede aplicar este adjetivo algo tan reciente como un móvil?) y las tendencias de más rabiosa actualidad en el diseño de estos aparatos, con un minimalismo que los hace muy elegantes e intemporales, y una calidad en los materiales que se palpa a simple vista.

Si empezamos por los bordes, estos presentan formas muy redondeadas en las esquinas, con un diseño metálico muy en sintonía con el resto de la carcasa. En el borde inferior encontramos el conector minijack, el USB-C, el micrófono de voz, y el altavoz multimedia, por este orden y de izquierda a derecha. En el lateral derecho hallamos el botón de arranque y bloqueo/desbloqueo, mientras que si pasamos al superior encontramos el micrófono para cancelación de ruido y la bandeja de las tarjetas SIM y/o micro SD. Finalmente, en el lado izquierdo encontramos los botones de subir y bajar el volumen, y un botón dedicado al asistente inteligente Bixby.

Su frontal se ve dominado por la pantalla, en la parte superior derecha de la cual podemos ver el "agujero" que aloja los dos objetivos de la cámara frontal de selfies. Es un diseño que a alguien se le puede antojar "raro", pero al cual no cuesta en absoluto acostumbrarse. Ya venimos de lidiar con el notch, así que no nos asusta nada...

La trasera está dominada por el sistema de cámara principal, con tres objetivos y el flash. Estos se alinean en la parte superior, con el serigrafiado de la marca debajo, un poco por encima de lo que es la mitad de la trasera. Nuevamente, minimalismo que conduce a la elegancia.

No he listado en lector de huellas dactilares porque este, siguiendo la tendencia imperante, queda integrado en la pantalla.

Una de las cosas que más me han llamado la atención de este terminal es que, pese a su volumen, es muy ligero en comparación con otros teléfonos de tamaño similar o, incluso, ligeramente inferior, algo que se agradece en el día a día al llevarlo en el bolsillo, pero que al principio -y acostumbrado a llevar terminales más pesados- puede resultar raro.

Yo mismo me tocaba el bolsillo con asiduidad los primeros días, temeroso de que me lo hubieran robado, al no notar su peso tanto como esperaba.

Puesta en marcha

El asistente de puesta en marcha del teléfono está totalmente personalizado para ser consistente con el look&feel y la experiencia de usuario que Samsung quiere que vivamos, y que podría definir con una palabra: simplicidad.

Los distintos pasos, con sus indicaciones, quedan muy bien explicados con pocas palabras, lo cual se agradece, ya que se ha facilitado la comprensión pensando en quienes tienen menos experiencia con smartphones y menores conocimientos técnicos. También entra en consonancia con la nueva interfaz de usuario del sistema, de la cual hablaré más en profundidad a su momento.

Podemos seleccionar ciertas aplicaciones opcionales, como el cliente de correo electrónico de la propia Samsung, la calculadora de la surcoreana, Samsung Pay, o Spotify entre otras, que podremos instalar o declinar en función de su uso y/o nuestros intereses.

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