LG G7 ThinQ: rozando la perfección

Sin celebrar una gran presentación en el último Mobile World Congress, LG no ha dejado de trabajar en sus flagships, sus alternativas a los Samsung Galaxy S y los iPhone de Apple. El sucesor del G6 añade a su denominación la palabra ThinQ que LG quiere identificar con sus productos que incorporan elementos de inteligencia artificial y facilitan la interconexión con otros que luzcan el mismo sello.

12/09/2018

Contenido en una elegante caja de cartón de color negro con la serigrafía en su parte superior, nos encontramos primero con el terminal en sí, embutido en un plástico protector. A diferencia de otros terminales, el G7 no viene en la caja sobre una bandeja, sino que, directamente, al sacarlo, ...

Contenido en una elegante caja de cartón de color negro con la serigrafía en su parte superior, nos encontramos primero con el terminal en sí, embutido en un plástico protector. A diferencia de otros terminales, el G7 no viene en la caja sobre una bandeja, sino que, directamente, al sacarlo, encontramos el transformador, el cable de alimentación (microUSB a USB Tipo-A) y una cajita blanca con los auriculares y los juegos de siliconas de recambio.

No hay, en este caso, manual impreso, algo que particularmente continuo considerando imprescindible con unas instrucciones mínimas de puesta en marcha. Por no haber, no hay siquiera el típico punzón para abrir el compartimento que aloja las tarjetas SIM y la microSD.

Diseño

Si tuviera que definir con una sola palabra el diseño del G7, esta sería, sin lugar a dudas, elegancia.

Pese a que la trasera no se une a la delantera en una sola pieza, el efecto que la marca surcoreana le ha imprimido así lo hace parecer, y sólo al tacto podemos distinguir el borde que marca la frontera entre ambas partes.

Las cuatro esquinas del terminal son redondeadas, y en su parte trasera podemos apreciar un borde elegantemente estilizado con una curva poco pronunciada hacia sus márgenes, una solución que estéticamente le da un aspecto muy bien acabado y bello. En mi opinión, este G7 se eleva sobre los demás terminales de la competencia con una belleza minimalista y unas formas atemporales.

En la parte superior de la pantalla podemos ver, en su "isla" (a LG también ha llegado la moda del notch), el objetivo de la cámara y el altavoz para las llamadas. En la parte inferior, la toma de 3,5 mm para los auriculares, el micro de voz, el conector USB-C y, a ambos lados, los altavoces multimedia. En el lateral derecho encontramos el botón de arranque, mientras que en el izquierdo vemos, empezando por arriba, los botones para subir y bajar el volumen, y bajo estos el botón que da acceso directo al asistente de Google. Finalmente, en su lado superior tenemos el micro de ambiente para la cancelación de ruido, y la pestaña que da acceso a la bandeja, la cual permite alojar dos tarjetas SIM (nanoSIM) o una SIM más una microSD.

Si tuviera que ponerle algún "pero" al diseño, sus altavoces en la parte inferior son fáciles de tapar con la mano derecha cuando agarramos el terminal para ver un vídeo en formato apaisado o jugar.

Puesta en marcha

Tras la selección del idioma de la interfaz y las opciones de accesibilidad, el sistema nos pregunta si queremos aprovechar las dos franjas de pantalla que quedan a los lados del notch para que el fondo de estas se vea con el mismo papel tapiz con el que tenemos la pantalla del smartphone, o bien si estas quedarán con el fondo en negro. El resto de la configuración es simple, y nos permite también capturar una huella digital para el desbloqueo del teléfono.

Lo que me ha gustado especialmente de este proceso de configuración inicial son dos cosas: la primera es que presenta una estética simple, con pasos muy concretos, ligero de texto, y comprensible para usuarios de cualquier nivel, y la segunda que es breve. Nada de tener que configurar cuentas de la casa como pasa en los Samsung o los Huawei, lo que a su vez redunda en menos bloatware instalado en el terminal... o, por lo menos, debería. ¿Será así?

Pantalla

Excelente sin paliativos y, sinceramente, de las mejores que he visto, si no la mejor. Podéis dar ya por supuesto su buena calidad de visualización tanto en interior como en exterior, e incluso a contraluz. Su calidad de visualización a máxima resolución (porque podemos cambiar entre tres resoluciones distintas) es como ver un televisor de última generación de la mejor calidad pero en pequeño, con una luminosidad intensa. Los colores que muestra son extraordinariamente vivos, algo que he probado, entre otros contenidos, con un vídeo en 4K de paisajes de Noruega.

Cámaras

Una de las formas más explícitas de diferenciación entre los terminales flagship hoy en día es el rendimiento y las posibilidades que ofrecen sus cámaras. LG es una de las que puede presumir de una calificación más que excelente en sus anteriores desarrollos, así que ahora sólo quedaba por ver si lo mantenía en este G7 ThinQ.

Mi primera prueba en este sentido ha sido en modo automático, de día y en exterior, y el resultado no puede ser más satisfactorio. Con la iluminación adecuada, ofrece unos colores muy vivos y un enfoque y disparo rápidos, que permiten "congelar" sin problemas objetos en movimiento, como vehículos.

A contraluz (y continuando con las fotografías en modo automático y de día), el resultado es muy bueno, consiguiendo minimizar la sobreexposición de luz y obteniendo una imagen de una excelente nitidez, aunque en este caso los colores quedan ligeramente mortecinos. Esta última apreciación es prácticamente rizar el rizo, porque el rendimiento sigue siendo excelente.

Para la cámara delantera, podemos extender las conclusiones de las imágenes tomadas por la cámara principal trasera: rapidez de enfoque y excelente calidad en el colorido, con un buen rendimiento a contraluz aunque no perfecto.

En interiores, y en pruebas realizadas en días posteriores, he visto que también ofrece un buen rendimiento, aunque en algunas tomas con dos o más fuentes de luz en lados opuestos, le cuesta un poco encontrar el equilibrio apropiado, saliendo la imagen muy ligeramente más sobreexpuesta de uno de los lados, aunque nada que impida disfrutar de una buena calidad.

En la parte superior de la interfaz de la cámara, podemos ver dos iconos que nos permiten aprovechar toda la potencia que nos brindan los dos objetivos de los cuales dispone el G7, ya que si el primer icono está activado, el campo se cierra centrando la imagen en lo que tengamos en primer plano, mientras que si pulsamos sobre el segundo, se abre el campo. La diferencia se hace abismal cuanto más cerca estemos de lo que queremos fotografiar, mientras pierde algo de espectacularidad en paisajes.

En este apartado, y antes de pasar a las pruebas nocturnas entre otras, le doy una buena nota a lo que son ambas cámaras con la aplicación de fotografía y los ajustes por defecto, esto es, sin tener que tocar las preferencias. Pero, si pasamos a hacer fotos nocturnas... desgraciadamente la cosa cambia, y mucho.

Ya me lo temía porque otros modelos de la compañía surcoreana que he probado adolecían del mismo problema. ¿Y cuál es, concretamente, este? Pues que en ambientes nocturnos tarda mucho en enfocar para hacer la fotografía, cuestión de segundos. Esto provoca que, con un mínimo temblor o movimiento, las instantáneas salgan movidas. En el caso de la cámara delantera, el problema es el mismo.

Sobre el flash, el principal es más que correcto, bastante bueno, mientras que en el caso de la delantera, utiliza la iluminación de la pantalla como flash, con un resultado correcto, aunque no por encima de lo esperable. Estas pruebas nocturnas las he realizado con el modo automático de la aplicación incluida por defecto para la realización de fotografías.

Para superar estos problemas y ofrecer a los más amantes de la fotografía la oportunidad de controlar al máximo la forma en que se toman las instantáneas, la app de cámara dispone también de un amplio conjunto de opciones de configuración, con las que podremos cambiar numerosos parámetros, como la sensibilidad ISO.

La funcionalidad AI CAM permite reconocer objetos mediante el uso de la inteligencia artificial (parte de la tecnología ThinQ que da nombre al terminal), sugiriéndonos mejoras para la toma de la imagen. Vale decir que su exactitud es, por lo menos cuestionable, pues identificaba mi mesa de trabajo con cerveza (por el parecido del color entiendo), aunque las formas son muy diferentes... aunque estoy tentado de cortarle un trozo a la mesa y meterlo en un vaso, a ver qué pasa.

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