Nest Cam IQ: calidad sin defectos

La seguridad es un tema que preocupa cada vez más a todos los niveles, entre ellos el del hogar. La disponibilidad en prácticamente todos los hogares de conectividad a Internet y el avance de la tecnología han permitido que las antaño exclusivas cámaras de seguridad (exclusivas para industrias y personas con cierta capacidad económica) se encuentren al alcance de todo el mundo.

05/01/2018

Y estas cámaras, que utilizan la tecnología IP, nos permiten monitorizarlas desde nuestro smartphone allí donde nos encontremos, además de incorporar elementos propios de inteligencia como el reconocimiento de movimiento, sonido y rostros. La empresa Nest, propiedad de Google, fabrica algunas de estas cámaras, además de termostatos y otros dispositivos domóticos. Concretamente, ...

Y estas cámaras, que utilizan la tecnología IP, nos permiten monitorizarlas desde nuestro smartphone allí donde nos encontremos, además de incorporar elementos propios de inteligencia como el reconocimiento de movimiento, sonido y rostros.

La empresa Nest, propiedad de Google, fabrica algunas de estas cámaras, además de termostatos y otros dispositivos domóticos.

Concretamente, la Nest Cam IQ es su cámara de gama alta para uso en interiores, la cual dispone de todas las funcionalidades avanzadas antes descritas, y que encontramos por un precio de unos 350 €.

Presentación

Envuelta en plástico de celofan, la caja de la Nest Cam IQ se abre en vertical, encontrando en ella la cámara (con un protector en la lente), la documentación en papel (instrucciones de inicio rápido y garantía), la base de conexión (enchufe) y el cable de conexión.

Este último es un cable USB-C por los dos extremos, de tres (3) metros de longitud, lo cual nos da un margen para la instalación en un punto que no sea precisamente cercano a un enchufe.

Diseño

El cuerpo de la cámara va unido a un pie de mucho peso y muy ancho, lo cual le confiere una buena estabilidad. En la parte inferior de la base encontramos un hueco para atornillarla.

Su diseño es atractivo, de líneas simples y formas básicas que caracterizan un aspecto atemporal que encaja bien en el mobiliario de hace unas décadas, y que seguirá haciéndolo en los próximos años.

Detrás del frontal protector de cristal delantero encontramos el objetivo de la cámara y los LEDs, con especial mención a las luces que brillan alrededor del objetivo en color azul, amarillo o verde según el estado de la cámara.

El cuerpo de la cámara puede bascular sobre su eje y girarse para orientarla según más nos convenga.

Puesta en marcha

La instalación de la Nest Cam IQ es extremadamente sencilla, y el primer paso consiste en montar la cámara en el lugar que queramos, enchufarla y descargar la app a nuestro smartphone.

Al abrir la app por primera vez, podremos entrar con nuestra cuenta de usuario o crear una de una forma muy fácil, con solamente una dirección de correo electrónico y una contraseña, validando posteriormente el mail mediante un mensaje que nos envían.

Cuidado al configurar la app porque en uno de los siguientes pasos, al "configurar nuestro hogar", nos solicita los datos de la dirección física en la cual residimos. Con buen criterio, solamente han hecho obligatorio introducir el código postal, porque tal y como está el tema de los ciberataques en los que roban datos personales, yo no he introducido mi dirección, y recomiendo a todo el mundo que no lo haga.

Igualmente, la app nos permite también, durante el proceso de configuración, utilizar la ubicación del teléfono para saber en cada momento si estamos o no en nuestro hogar.

Obviamente, negarlo resta funcionalidad a la cámara, pero aceptar esta posibilidad implica que la ubicación de nuestro hogar se encuentra en la nube y, por lo tanto, a disposición de quien vulnere la seguridad de los servidores de Nest. Personalmente, he declinado tal posibilidad.

La app también nos da la oportunidad de compartir el acceso a la cámara con, por ejemplo, otros miembros de la familia, o compañeros de piso.

Para añadir la cámara a la app solamente tendremos que escanear el código QR que encontramos en la parte inferior de la base del dispositivo y, alternativamente, introducir el código manualmente.

Finalmente, conectamos nuestro dispositivo a la Wi-Fi (durante el proceso de configuración, la app de nuestro smartphone ya ha activado el Bluetooth y se ha conectado a la cámara mediante este), por lo que habrá que tener a mano la clave de acceso.

 

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