La economía de Andalucía continúa creciendo y se espera que la actividad aumente en torno al 3% en 2016. En el plano interno, el consumo continúa liderando la recuperación pero, por otro lado, aunque las condiciones externas continúan siendo favorables, las exportaciones andaluzas no consiguen salir de la atonía de los últimos trimestres. Todo ello en un contexto de fortaleza del empleo, aunque hacia delante se espera una desaceleración. De cara al próximo año, el escenario macroeconómico contempla una moderación del crecimiento hasta el 2,4% en la región andaluza, lo cual permitirá que hasta finales de 2017 se incremente el nivel de
empleo en 212.000 personas, reduciendo la tasa de paro hasta el entorno del 26%, como estiman los analistas de BBVA Research. El buen comportamiento de la economía andaluza en el primer semestre de 2016, unido a un crecimiento algo mayor de lo esperado en 2015, han permitido una ligera revisión al alza de las perspectivas de crecimiento de 2016 desde el 2,8% previsto en marzo hasta el 2,9% actual.

Ello es debido, en buena parte, al comportamiento del consumo privado, que se aceleró en 2015 y sigue dinámico en 2016, aunque con menor vigor. En el lado contrario, las exportaciones reales de bienes de Andalucía se redujeron un 4,5% en 2015, sin que en la primera
mitad de 2016 se atisben aún síntomas de recuperación, a diferencia de los crecimientos observados en el agregado nacional. Por sectores, la principal causa de la caída de las exportaciones está vinculada a la menor venta de productos energéticos. A pesar de ello, las exportaciones andaluzas han recuperado algo de dinamismo en el segundo trimestre del año gracias a las mejora en las ventas en bienes de equipo y de alimentos, la partida que mejor se viene comportando en los últimos meses. Detrás de esta mejora de las exportaciones andaluzas en lo que va de 2016 se encuentran destinos habituales como Francia, Alemania, los Países Bajos o China, pero
también nuevos socios comerciales. Entre éstos últimos destacan Omán, Jordania o Israel, que pese a suponer aún mercados residuales, han mostrado un incremento considerable en su demanda de productos andaluces, según se desprende del último análisis efectuado por BBVA Research para la región andaluza.

Evolución positiva del mercado inmobiliario
Respecto al mercado inmobiliario andaluz, en 2015 evolucionó de manera similar a la media nacional, mientras que los datos disponibles de la primera mitad de 2016 muestran una evolución positiva del sector aunque algo menos intensa que la del año precedente. Así, el menor crecimiento de la demanda residente podría explicar el menor crecimiento del precio de la vivienda. Por su parte, la actividad constructora, que se mantiene en niveles relativamente bajos, sigue mostrando un crecimiento relevante pero con una heterogeneidad elevada entre provincias. En 2015 la venta de viviendas en Andalucía mostró un dinamismo similar al de la media española. Según los datos de transacciones del Ministerio de Fomento, en el pasado año las transacciones de vivienda en la región crecieron el 9,6%
respecto a 2014, en línea con el crecimiento del 9,9% que se produjo en el conjunto del país.

Además, las ventas de vivienda han mantenido la tendencia de crecimiento en la primera mitad de 2016. De este modo, las transacciones de compraventa en Andalucía se han incrementado el 14,9%, ligeramente por debajo del crecimiento medio nacional, 17,7%. Por segmento de demanda, se observa un crecimiento de todos ellos (residentes en la misma comunidad y extranjeros) pero no en el
referido a compradores residentes en otras comunidades autónomas, si bien todos los segmentos de demanda muestran un menor dinamismo que la media. En cuanto al sector turístico andaluz, éste evolucionó favorablemente en 2015 gracias a la llegada de viajeros tanto nacionales como internacionales. En concreto, la entrada de viajeros en hoteles andaluces creció un 7,9% en 2015, por
encima del 6,4% del conjunto de España, con una mayor contribución de los viajeros extranjeros.

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