Moto e3, sin destacar, tampoco defrauda

El Motorola Moto e3 es un terminal entry level que busca ofrecer un hardware básico para un smartphone a precio contenido, no destacando especialmente en ninguna de las áreas pero brindando las capacidades de un teléfono móvil inteligente a un segmento de
público que no lo utilizará de forma intensiva.

12/12/2016

Si somos de los que queremos WhatsApp, buscar algo de cuando en cuando en Internet (navegador web), tomar alguna instantánea pero de circunstancias, sin ser especialmente amantes de la fotografía, y utilizar apps para gestionar ofertas y cupones, este Moto de Motorola puede ser una buena opción. Nada a destacar en ...

Si somos de los que queremos WhatsApp, buscar algo de cuando en cuando en Internet (navegador web), tomar alguna instantánea
pero de circunstancias, sin ser especialmente amantes de la fotografía, y utilizar apps para gestionar ofertas y cupones, este Moto de Motorola puede ser una buena opción. Nada a destacar en el empaquetamiento: abrimos la caja, de un tamaño bastante contenido, y topamos inmediatamente con el terminal, cuya pantalla viene cubierta por una lámina plástica que indica sus principales características. Al retirar la bandeja de cartón sobre la que se acomoda, encontramos el cargador, dividido en dos partes (cable USB a microUSB, y conector de enchufe/transformador con entrada USB), breve manual de instrucciones y garantía y, debajo de estos, la batería.

Diseño
Motorola mantiene unas formas de diseño básicas que no han variado desde hace años; de hecho, y como propietario de un ATRIX de 2011, poniéndolos uno al lado de otro, es como si estuviera viendo el mío un poco más “crecidito”, o bien su hermano mayor. Formas redondeadas y un diseño muy simple: en el lateral derecho (mirado de frente) encontramos los botones de encendido y volumen, en la parte inferior tenemos el conector microUSB y la muesca que nos sirve para abrir la tapa trasera, y en la superior el conector jack de 3,5 mm para auriculares (que no están incluidos en el paquete de venta). Su tapa trasera es también muy simple, mostrando el objetivo
de la cámara y el flash, y la marca del teléfono, mientras que en su frontal podemos apreciar la cámara delantera en la parte superior, junto al altavoz por el cual escuchamos las llamadas y, en la parte inferior, el altavoz multimedia. La apertura del terminal es extremadamente simple: sólo es necesario meter la uña en la muesca de la parte inferior antes mencionada y tirar hacia arriba para separar la tapa posterior y, de esta forma, poder poner las tarjetas SIM y microSD, y la batería.

Moto e3

Por lo que respecta al tacto, y si bien el marco es metálico, la tapa posterior está realizada en un plástico poco agradable. En este aspecto, otras marcas intentan disimular la naturaleza plástica de la parte posterior de sus terminales, haciéndolos más agradables al tacto e, incluso, dotándolos de un aspecto que los hace parecer de una gama superior. Parece que Motorola quiera recordarnos que el nuestro es un terminal de entrada. Al ser muy poco rugoso, el plástico posterior tampoco ayuda mucho a evitar que el teléfono nos resbale si tenemos que cogerlo con las manos sudorosas, mojadas o grasientas. Un punto a su favor es su peso; es un dispositivo muy ligero en la mano.

Pantalla
Más que correcta para la gama de entrada a la que pertenece este terminal. Pese a que presenta una densidad relativamente escasa en comparación con un gama alta, sus 294 ppp, la calidad de visión es muy buena, y sorprende el brillo máximo que tiene la pantalla.
Con incidencia directa de luz solar, la imagen es perfectamente visible, algo posible en buena parte gracias a su alto brillo. Por lo que respecta a las cámaras, no es una cámara válida para tomar instantáneas en movimiento; tarda en enfocar, y aunque si bien no es mucho el tiempo que se toma para una foto normal, con gente posando o de objetos inmóviles, es lo suficientemente lenta para que nos  perdamos aquel instante crucial si la acción es medianamente rápida. En los escenarios a contraluz no ofrece un buen rendimiento,
quedando las zonas en las que no incide directamente la luz solar muy oscuras, mientras que aquellas en las que sí incide quedan bastante bien. Activar el modo HDR no ayuda mucho, aunque he conseguido muy buenos resultados con este en exteriores sin un nivel de dificultad excesivo, con una iluminación prácticamente idónea. Este último es muy lento, y deberemos mantener el teléfono inmóvil durante tres segundos por lo menos para tomar la instantánea. Si, además, hay algún objeto en movimiento en el encuadre, obtendremos una imagen con un “fantasma”, algo normal cuando utilizamos el modo HDR, pero que en el Moto e3 es muy acusado.

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