El crecimiento de la Línea Blanca es una realidad. Después de los duros años de crisis, ahora empezamos a ver que los brotes verdes  empiezan a ser tallos. 2015 fue el año de despegue tanto para la facturación como para las unidades vendidas. Los resultados del año pasado presentaban un crecimiento del 14,2% en valor. De los 1.211 millones de euros del año anterior se llegó a los 1.383 millones. En cuanto al número de unidades vendidas, el crecimiento fue de un 11,2%, de los 5.759.000 se pasó a 6.404.000. Pese al buen dato, los resultados quedan muy alejados de los años de bonanza en los que la Gama Blanca llegó a superar los 2.400 millones de euros. Parece que finalmente nos empezamos a distanciar del camino de las caídas de unidades vendidas y, en consecuencia, de los números teñidos de rojo.

Buenos resultados también en 2016
Según los últimos datos elaborados por la Asociación Nacional de Fabricantes e Importadores de Electrodomésticos (Anfel), pertenecientes al mes de agosto del presente año, la Línea Blanca continúa creciendo a buen ritmo. Así, durante el pasado mes de agosto, en España se vendieron 54.471 unidades más de electrodomésticos que en el mismo mes del año anterior, alcanzando un incremento porcentual del +3,07%. Las secadoras son las que mejor comportamiento han presentado en agosto, con un aumento de +7,54% y los lavavajillas, con resultados positivos, en el pasado mes de agosto, del 7,31%. Cabe destacar las ventas de encimeras, sin incluir las vitrocerámicas y las de inducción, que han incrementado un +7,94%. Pese a estas buenas cifras el crecimiento más espectacular lo encontramos en los frigoríficos Side by Side son los que más resultados positivos alcanzan, con un crecimiento de las ventas del +27,26%. Debemos tener en cuenta que tradicionalmente los electrodomésticos de la gama de frío –frigoríficos y congeladores-, son los que han representado mayor peso dentro de los electrodomésticos de Gama Blanca. Por ello si los resultados de los electrodomésticos de frío consiguen buenos crecimientos, la facturación de la Línea Blanca en general se verá beneficiada. Pero no todo son resultados positivos. Las ventas de enero a agosto de 2016 también han descendido en algunas categorías de producto. Entre esas familias de electrodomésticos que han visto cómo sus ventas han descendido durante este período se encuentran las lavadoras de carga superior, con un decrecimiento superior al 9% y los congeladores horizontales (con un descenso acumulado del 11,86%), así como los frigoríficos de dos puertas, con un descenso que alcanza el 6,37%. Sin embargo, llama la atención el aumento del 2,34% de la venta de frigoríficos de una puerta, lo que supone que el total de ventas de frigoríficos arroja un paupérrimo saldo positivo del 0,44%.

Más ahorradores

En junio del año pasado, Anfel publicó una tabla informativa que indicaba los ahorros anuales medios obtenidos al sustituir un electrodoméstico antiguo por otro de alta clasificación energética más eficiente (A++ o A+++). Según se explicaba en el informe el cambiar un electrodoméstico antiguo a uno eficiente energéticamente hablando, suponía un ahorro inmediato. Como nuestro monográfico es en esta ocasión sobre los electrodomésticos de frío nos centraremos en el ahorro que supone cambiar un frigorífico o un congelador antiguo por uno más eficiente. El ahorro que marca Anfel con el cambio de un congelador es el más sorprendente. Anfel estima que sustituir un congelador de más de 15 años por uno clase A+++ puede suponer ahorrarse 590 kWh/año pudiendo llegar a los 892. El caso de los combis es muy parecido. Si cambiamos el viejo combi que tenemos en la cocina que tiene más de 15 años por uno clase A+++ podríamos ahorrar 634 kWh/año, pudiendo llegar a los 959 euros.

Desde el año 1995, la etiqueta energética informa a los compradores de los valores de consumo de energía y agua del aparato (eficiencia). En estos 20 años, la tecnología ha cambiado a pasos agigantados y la etiqueta se ha ido adaptado a los cambios. En el año 2011, el nuevo modelo de etiqueta de la Unión Europa pasó a ser obligatorio, teniéndose que exhibir en cada electrodoméstico puesto a la venta. En cada etiqueta se indica el nombre del proveedor o marca y el identificador del modelo; el nivel de eficiencia de una escala
de 7 letras entre la A+++ y la D (siendo A+++, A++ y A+ las mayores); el consumo de kWh anuales y las características seleccionadas.
Los fabricantes se han adaptado con rapidez a las necesidades y demandas de los usuarios y actualmente el mercado lo copan electrodomésticos eficientes.