Castilla-La Mancha, entre las comunidades con mejores perspectivas para este año

Aunque la región crecerá un 2,6% en 2016, todavía debe enfrentar retos pendientes en lo que respecta al mercado laboral, mercado exterior y, sobre todo, su sector inmobiliario.

10/06/2016

Los datos para el primer trimestre de 2016 han confirmado la estabilización del crecimiento de la economía mundial en tasas aún reducidas, pero ligeramente superiores a las de finales de 2015. Mientras, en España, la economía ha consolidado, en los primeros meses de 2016, la recuperación emprendida a mediados de ...

Los datos para el primer trimestre de 2016 han confirmado la estabilización del crecimiento de la economía mundial en tasas aún reducidas, pero ligeramente superiores a las de finales de 2015. Mientras, en España, la economía ha consolidado, en los primeros meses de 2016, la recuperación emprendida a mediados de 2013. A pesar de que la coyuntura económica ha estado marcada por la incertidumbre, tanto interna como externa, durante los últimos meses se ha asistido a una estabilización del ritmo de expansión de la actividad en torno a las cifras de todo el 2015. Es más, los fundamentos de la economía española avalan la continuidad de la recuperación durante el próximo bienio. En este contexto, el PIB de Castilla-La Mancha crecerá este año el 2,6%, según el Centro de Predicción Económica (Ceprede), que señala que, tras un 2015 "inusualmente bueno", el crecimiento económico se ralentizará este año. Además, Castilla-La Mancha se encuentra entre las cinco comunidades autónomas que mejores perspectivas tiene para 2016 y 2017, según el Observatorio Regional de España elaborado por los expertos del BBVA. Este estudio refleja que Baleares, Canarias y Cataluña, favorecidas por el turismo, se mantienen entre las economías con mayor crecimiento en 2016, y añade que Madrid y Castilla-La Mancha completan el grupo de comunidades con mejores perspectivas. En el lado negativo, Castilla-La Mancha ha sido la segunda comunidad autónoma (solo superada por la Comunidad Valenciana) que más puestos de trabajo ha destruido entre 2007 y 2015 (-17,1%), influida por el fuerte peso que tiene la construcción en la región manchega. De hecho, Castilla-La Mancha es la región con un mayor stock de viviendas construidas sin vender. 
 
A pesar de la desaceleración de la economía a la que asistimos en los primeros meses de 2016, el soporte principal del aumento del PIB castellano-manchego es la fortaleza que ha mostrado la demanda interna, particularmente en su componente de consumo privado. Por su parte, el sector inmobiliario de Castilla-La Mancha ha comenzado a recuperarse pero los datos de 2015 indican que esta recuperación es aún muy débil. Los últimos datos disponibles de ventas hacen referencia al primer trimestre de 2015 y durante este periodo las ventas en la región retrocedieron el 8% interanual frente al ascenso del 4,5% de media en España. Respecto al precio de la vivienda, los datos del mismo periodo de 2015 confirmaron la tendencia hacia la estabilización. En cuanto a la actividad constructora, los visados de obra de vivienda aumentaron en los cinco primeros meses de 2015, aunque a un ritmo inferior al observado en el conjunto del país, debido al mayor problema de sobreoferta que aqueja a la región y al que ya se ha hecho mención.
 
Dinamismo en las exportaciones
 
Si bien la recuperación del sector inmobiliario castellano-manchego es tímida, no ocurre lo mismo con las exportaciones de bienes al extranjero regionales, que suponen un soporte cada vez más importante de la economía de esta comunidad autónoma. Además, mantienen un comportamiento claramente diferencial respecto a España desde el comienzo de la crisis. El sector de la alimentación encadena cinco años consecutivos de crecimientos en exportación y entre los alimentos exportados desde la región destacan por su importancia las bebidas (fundamentalmente el vino), que suponen un 42% del valor total de bienes vendidos en el exterior (datos de 2015). De hecho, Castilla-La Mancha fue en 2014 la región española con mayor cuota de exportación en vinos, tanto en litros como en euros totales. Sin embargo, también fue la más afectada, junto con Extremadura, por la caída del precio medio de venta del litro, por lo que la implementación de medidas encaminadas a incrementar la calidad y prestigio del vino castellanomanchego permitirían incrementar los ingresos y dotarlos de una mayor estabilidad, como ocurre en otras regiones.
 
Desde el punto de vista de los destinos, la evolución de las exportaciones de bienes está marcada por la contribución positiva de las ventas a la UE-27 pero este destino pierde peso, como consecuencia de un comportamiento muy dinámico de las exportaciones castellano-manchegas dirigidas a otras zonas geográficas. No obstante, la diversificación de los destinos de exportación sigue teniendo un amplio recorrido en la región, lo que permitiría aprovechar el mayor potencial de crecimiento de los mercados emergentes y reducir la dependencia de los socios comunitarios. 
 
En cuanto al turismo, durante el año pasado se observó que, tras un buen primer trimestre, en los meses siguientes el turismo en la región se desaceleró. En cualquier caso, la progresiva dinamización de la demanda interna española, junto con las ganancias de competitividad, deberían hacer que el sector turístico continúe favoreciendo la recuperación de la economía regional en los próximos trimestres. En este sentido, la organización especializada Exceltur, en su último informe de expectativas turísticas y resultados de 2015, señala que para 2016 existe un optimismo generalizado, propiciado por un aumento del PIB del sector turístico de 2015, que llegó hasta el 3,7%.
 
Por último, se observa una mejora en el mercado laboral de Castilla-La Mancha, dado que la actividad se aceleró en el primer semestre de 2015 para, con los datos disponibles hasta agosto, reducir su crecimiento en el tercero. Así, en 2015 la región estaría cerrando el diferencial existente en los últimos años con el promedio nacional. Así, los afiliados a la Seguridad Social del Régimen General en el primer semestre de 2015 aumentaron un 3,8% a/a tanto en Castilla-La Mancha como en España y los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) también reflejan una recuperación, aunque menor.
 
Retos a corto y medio plazo
 
Aún así, en Castilla-La Mancha, las mayores incertidumbres se ciernen, por un lado, sobre la necesidad de ajuste en las cuentas públicas y la capacidad de mantener el crecimiento a través de la demanda interna. Adicionalmente, la región debe tratar de incrementar el peso de las exportaciones en su economía. A medio plazo, la economía de la región enfrenta otros retos. En particular, precisa reducir la tasa de paro, aumentar la productividad media del trabajo, incrementar la tasa de actividad y mejorar su capital humano. Y es que, como apuntan los analistas de BBVA Research, estos factores son claves para que la región pueda converger a niveles de ingreso similares a los que se observan de media en España o a los que corresponden a la media de las economías más ricas de Europa.

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