Uno de cada cinco electrodomésticos usan más energía de la que anuncian

Según las ONGs, un total de 18 productos de uso diario no cumplen con la legislación europea de eficiencia energética.

28/03/2016

Uno de cada cinco electrodomésticos examinados por los consumidores y organizaciones ambientales gastan más energía de la que publicitan. De hecho, diversos estudios realizados a lo largo de los últimos tres años en relación a frigoríficos, lavavajillas, lavadoras y otros productos que usan energía, revelan que existen consumos superiores a ...

Uno de cada cinco electrodomésticos examinados por los consumidores y organizaciones ambientales gastan más energía de la que publicitan. De hecho, diversos estudios realizados a lo largo de los últimos tres años en relación a frigoríficos, lavavajillas, lavadoras y otros productos que usan energía, revelan que existen consumos superiores a los declarados en la mayoría de las categorías de producto. Los test realizados por laboratorios independientes han encontrado una aspiradora que usa un 54% más de energía que la declarada, un frigorífico con un 12% más y una televisión con una clase energética inferior a lo señalado. En este sentido, MarketWatch, proyecto co-financiado por el Programa Intelligent Energy de la Unión Europea, en el que ECODES es el socio español del proyecto, seleccionó productos y sectores de los que se sospechaba que no cumplían con estas normas. 
 
Algunos de los resultados constatan, por ejemplo, un lavavajillas que necesita dos ciclos de lavado para limpiar la vajilla adecuadamente, una bombilla LED que ilumina un 20% menos de lo que promete, una secadora con una señal luminosa en el tablero frontal que no puede ser apagada y un largo etcétera. Los test fueron realizados por laboratorios independientes acreditados en los procedimientos oficiales definidos para la verificación del cumplimiento con las normas europeas de eficiencia energética. Los expertos estiman que más de 10 mil millones de euros en ahorro energético se pierden cada año debido al no cumplimiento de los fabricantes y vendedores con las normas de la Unión Europea de producto. Este hecho acaba con parte de los 465 euros de ahorro medio prometido en la factura energética a cada hogar europeo por las Directivas de Ecodiseño y Etiquetado Energético de la UE. 

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