Un mercado estable

Los fabricantes están empeñados en poner las cosas muy fáciles a la hora de cocinar y apuestan por ollas y sartenes con superficies cada vez más resistentes y con un mayor poder antiadherente.

27/07/2015

Si hay algo que caracteriza el mercado del menaje del hogar es que siempre hay demanda. No obstante, son utensilios que usamos prácticamente a diario, con una tasa de reposición considerable y una gama de precios muy amplia. Así, si el año pasado su facturación sufrió una leve caída de ...

Si hay algo que caracteriza el mercado del menaje del hogar es que siempre hay demanda. No obstante, son utensilios que usamos prácticamente a diario, con una tasa de reposición considerable y una gama de precios muy amplia. Así, si el año pasado su facturación sufrió una leve caída de un -1,7% -de 120 millones de euros facturados en 2012 se situó en 118 en 2013-, en el ejercicio pasado subió un 1% hasta los 119 millones.
 
En los últimos años, hemos vuelto a cogerle el gusto cocinar en casa, ya sea por la crisis o bien por la tendencia cada vez más extendida de llevar una alimentación sana y equilibrada. También la repostería casera es actualmente una tendencia cada vez más en alza, y los dulces y pasteles de las celebraciones suelen salir de la cocina de casa, lo que ha hecho que el mercado de moldes y utensilios para preparar tartas y demás se haya ampliado notablemente.
 
Si hay algo que los consumidores valoran por encima de otras cuestiones a la hora de renovar el menaje de cocina es su eficiencia y sus propiedades antiadherentes. Eficiencia sobre todo en lo que se refiere a la mejor difusión del calor y a la facilidad a la hora de limpiar. Cada vez están más extendidos los productos que sirven para todas las fuentes de calor, incluidas ya no solo las placas de inducción, sino incluso el horno. El hecho de no necesitar tanto aceite para cocinar, además, garantiza una cocción mucho más saludable y los alimentos no pierden ni su sabor ni sus propiedades nutritivas.
 
La evolución de las superficies y los materiales con los que se fabrica el menaje actualmente permiten un mayor rendimiento del calor y un mayor aprovechamiento de la energía, lo que ayuda reducir la factura del gas o la electricidad. Hoy en día incluso existen algunos productos que incorporan un indicador visual que señalan cuando ha alcanzado la temperatura óptima de cocción.
 
La eficacia antiadherente de estos utensilios se ha elevado mucho en los últimos tiempos. Esto facilita mucho su limpieza, ya que los restos de comida salen muy fácilmente de la superficie. De esta manera, es posible limitar el uso de agua que se destina a esta tarea y conseguir un ahorro considerable.
 
Los fabricantes se han centrado en buscar revestimientos antiadherentes cada vez más duraderos. Es el caso de, por ejemplo, del Titanium 9, que garantiza su buen rendimiento durante nueve años. Además de las ventajas ya mencionados, el aumento de los años de vida útil del menaje de la cocina evita tener que comprar continuamente nuevos productos para sustituir los dañados y, así, se eliminan procesos de fabricación innecesarios.
 
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