El troyano bancario Dridex se distribuye en un documento Word manipulado

G DATA ofrece recomendaciones para manejar los archivos adjuntos y evitar que el ordenador resulte infectado por el malware.

01/07/2015

Una campaña de spam ha estado distribuyendo el troyano Dridex en un archivo adjunto de Microsoft Word que simulaba ser una factura, según las investigaciones de G DATA SecurityLabs. La realidad es que la extensión .doc del mencionado adjunto solo pretendía confundir a las víctimas pues en realidad camuflaba un ...

Una campaña de spam ha estado distribuyendo el troyano Dridex en un archivo adjunto de Microsoft Word que simulaba ser una factura, según las investigaciones de G DATA SecurityLabs. La realidad es que la extensión .doc del mencionado adjunto solo pretendía confundir a las víctimas pues en realidad camuflaba un documento MHTML, un formato web soportado por Microsoft Word. El archivo, que pretende hacerse pasar por una factura, solicita tener habilitadas las macros de Microsoft Office para poder leerse correctamente. Una vez activadas, se desencadena la segunda fase del ataque y el malware conecta con el sitio legítimo pastebin.com para concluir la descarga del código malicioso (payload), en este caso el troyano bancario Dridex. Las empresas pequeñas y medianas son el objetivo principal de este tipo de estafas.
 
Pastebin es una aplicación web que permite a sus usuarios compartir pequeños textos con el público en general. Los atacantes han elegido esta página por su legitimidad y porque resulta poco probable que las soluciones de seguridad la incluyan en una posible lista negra. Por su parte, el troyano Dridex permite a los atacantes no solo espiar las transacciones bancarias de sus víctimas o el robo de datos personales, sino la instalación de nuevo malware y el envío de spam. 
 
Los usuarios nunca deberían abrir los archivos adjuntos que reciben en correos electrónicos procedentes de remitentes desconocidos y deberían sospechar de aquellas facturas inesperadas que responde a servicios desconocidos o no contratados. Antes de abrir los mencionados adjuntos, conviene hacerse las siguientes preguntas:
 
- ¿He hecho algún tipo de pedido online?
- En caso afirmativo, ¿el correo está escrito en el mismo lenguaje que el de la tienda online donde realice el pedido?
- ¿Contiene el correo electrónico errores ortográficos, gramaticales o palabras poco habituales?
- ¿Incluye el correo electrónico información personal como nuestro nombre correcto como destinatario, dirección, número de cliente o pedido?
 
En caso de duda, el adjunto no debería ser nunca abierto. Además, bajo ninguna circunstancia se deberían habilitar las macros a petición de una fuente desconocida y no de absoluta confianza.

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