Las ventas de ebooks y tablets caen en picado

El complejo mercado de las tabletas electrónicas parece haber tocado techo. La evolución de las ventas no está respondiendo positivamente al lanzamiento de nuevos equipos. El mercado de las tablets era hasta hace bien poco el sueño de todo directivo: un mercado virgen por explorar, cifras de ventas que no paraban de aumentar año tras año y unos incrementos de cuotas de mercado de dos cifras para muchos fabricantes. Pero parece que el idilio de los consumidores con estos equipos ha llegado a su fi n. Y más bien por saturación que por desinterés, puesto que las ansias por nuevos equipos tecnológicos no parecen haber decaído. Pero evidentemente no es lo mismo un mercado como el español del 2014, dónde solo el 30% era usuario de este tipo de dispositivos; que el de 2018, dónde prácticamente un 75% de la población española es usuaria activa de los mismos. Y es que el smartphone se ha convertido en el gran "enemigo" de las tablets. Cada vez le comen más terreno, ya que los usuarios los utilizan para más cosas y año tras año no paran de aumentar sus ventas.

Smartphone, el enemigo

Esta tendencia se puede comprobar fácilmente, por ejemplo, por el tipo de uso. Así, mientras que el 94,6% de los usuarios utilizan el móvil para conectarse a Internet , solo el 56,9% utiliza una tablet para esas mismas funciones. Y si además tenemos en cuenta que las tablets suelen utilizarse mayoritariamente para consumo de contenidos, su ciclo de renovación no suelen ser tan corto, por lo que la compra de equipos de sustitución se alarga en el tiempo y las ventas se resienten año tras año.

La guinda del pastel de su mala evolución viene de la mano del aumento del tamaño de pantallas de smartphones (que ha implicado un incremento del uso de los mismos para tareas que antes se realizaban con una tablet, como ver vídeos por Internet o consultar noticias) y del buen momento de ventas que están teniendo los portátiles 2 en 1. Equipos que pueden utilizarse tanto como portátil (con su teclado y pantalla) o solo como tableta (desconectando el teclado de la pantalla). Estos novedosos equipos están canibalizando también las ventas de tablets, al ser más potentes y contar con mayor polivalencia, a lo que se añade el hecho de ser compatibles con software de equipos de sobremesa.

Al parecer los españoles han comenzado a perder interés por realizar la mayor parte de sus actividades con tabletas, prefiriendo utilizar el omnipresente móvil (sobre todo en sus últimos modelos como el iPhone X o el LG G7 , que cuentan con pantallas de gran tamaño) o sustituyéndolas en las tareas más avanzadas por pequeños netbooks o equipos híbridos. Así que no es de extrañar que en 2017, el número de tablets vendidas en el mercado español haya caído en un -2% con respecto al año anterior y que el peso del sector de tablets dentro de las ventas de gama marrón haya retrocedido hasta el 15,5%. En cuanto a cuáles son los líderes de ventas del segmento, indicar que Apple ve consolidada una año más su posición, con un aumento de su cuota de mercado al pasar del 24,9% del 2017 hasta el 28,8% del primer trimestre del 2018; lo que supuso conseguir la venta de 9,1 millones de unidades de su famoso iPad.

Le sigue en segunda posición Samsung , que mantiene constante su cuota del 16,7%, aunque retrocede ligeramente en ventas hasta los 5,3 millones de equipos vendidos. Y en tercera posición se sitúa Huawei, que aumenta tanto cuota de mercado (pasa del 7,8% al 10%), como equipos vendidos (que suben desde los 2,8 millones de equipos vendidos, hasta los 3,2 millones) y evidencia claramente el fuerte empuje que están teniendo los fabricantes chinos en este sector. De hecho, son Huawei y Lenovo las marcas con las tablets más vendidas a nivel nacional, algo impensable hasta hace bien poco.

Ebooks Peor panorama se presenta para los libros electrónicos o ebooks . Si en un primer momento fueron la revolución del sector, con unas ventas más que significativas que incluso hicieron pensar a muchos en la supervivencia del libro en papel, la realidad se ha impuesto y los ebooks se han convertido en un gadget que languidece en las estanterías. Tras el abandono de este segmento por grandes del sector como Sony, se podría decir que resiste gracias a plataformas de venta que cuentan con equipos propios como Amazon o Fnac. Y es que una política de precios errática (hay libros electrónicos casi a idéntico precio que su versión en papel) y cierta saturación del segmento (la evolución técnica del equipo ha sido escasa y su ciclo de vida por tanto se alarga, no invitando a su renovación) han llevado primero a un estancamiento del sector y actualmente a un retroceso en las ventas.

Y como en el caso de las tablets, parte importante de la culpa de su caída de ventas está relacionada con la canibalización de usos por otros equipos digitales . Y es que nada menos que un 33% de los lectores de libros electrónicos lo hacen en su tablet y un nada desdeñable cifra del 20% utiliza su smartphone, gracias sobre todo a nuevos equipos de pantallas más grandes que los anteriores. Pero lo realmente chocante es que la mayor parte de los usuarios utilicen la pantalla de su ordenador para la lectura digital, no siendo especialmente cómoda para tal menester.

En cuanto al perfi l del lector de libros digitales, puede que caigan muchos mitos, puesto que según la Federación de Editores, es eminentemente femenino (un 57%), de entre 35 y 54 años (46%) y con mejor nivel formativo que en el caso de los hombres (30% universitario en el caso de las mujeres vs 23% en el de los hombres). Por los resultados de las encuestas, parece que el lector de libros digitales ama más la lectura, ya que lee más libros que el que compra sólo en papel, compra más libros de media al año y tiene más libros en su hogar. Así las cosas, los lectores electrónicos consiguen mantener el tipo pese a un entorno adverso. Prueba de ello es que mantienen la cuota de mercado dentro del segmento de la gama marrón (un 1%). Pero pese a ello se resienten las cifras globales.Ya que, el número de unidades vendidas cae en un -9% y el volumen de ventas baja en un -3%.

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