Electromarket_324

85 S iguiendo la tendencia que, desde las últimas generaciones de dispositivos, mantiene el fabricante surcoreano, el Ga- laxy Book se presenta en una elegante caja minimalista en color negro que, una vez abierta, deja ver la tableta protegida por una funda desechable. Al retirar la tableta, nos encontramos con una bandeja que esconde la funda de transporte con el teclado, el cargador, el stylus , la guía de inicio rápido y la ga- rantía (en papel) y, bajo estos dos últimos elementos, un par de clips distintos para la sujeción del stylus . Diseño Pensado para ser, principalmente, una herramienta de trabajo, el Galaxy Book luce un elegante frontal minimalista. En la parte inferior podemos apreciar el conec- tor para el teclado, mientras que en la superior tenemos un altavoz a la derecha, y los botones de encendido y subir/bajar volumen. En el lateral izquierdo encontramos otro altavoz y, debajo de este, el slot para la tarjeta microSD, mientras que en el lateral derecho contamos con el tercer altavoz, dos puertos USB-C, y la entrada de auriculares. Aunque la parte trasera luce también con elegancia, con el obje- tivo de la cámara en la parte superior central, bajo esta la marca Samsung, y la etiqueta del microprocesador Intel Core i5 en el lado inferior derecho, su acabado en mate y un tacto un tanto plástico no acaban de dar esa sensación de producto de cierta exclusividad que tanto nos gusta a todos. Pasando a aspectos más prácticos, quiero hablar primero del lápiz incluido. Su uso es correcto, y nos facilita la toma de notas a mano gracias a una aplicación propia de Samsung, de muy simple uso. Fuera de esto, no destaca por ninguna funcionali- dad añadida. El aparato nos permite la toma de notas apoyando la mano con la que escribimos sobre la pantalla sin que esto nos lleve a trazos erróneos en el lienzo. De hecho, cuando la apoyamos, dejamos de poder escribir con los dedos para pasar a hacerlo en exclusiva con el lápiz. Por lo que respecta al teclado, particularmente no me ha gus- tado la respuesta que proporciona. El retorno de las teclas es suficientemente cómodo como para trabajar con él durante horas sin notar cansancio, pero he sufrido algunos problemas de pérdida de pulsaciones de teclas. Poco frecuentes, eso sí, pero es unamolestia acabar teniendo que estar tan atento a que el texto que quieres escribir esté aparecien- do correctamente, ya que te mina la capacidad de concentración en el contenido y lo que vas a escribir inmediatamente después. Un punto a favor del teclado es la retroiluminación, muy útil cuando tenemos que trabajar en ubicaciones pobremente ilu- minadas, y el touchpad, muy agradable al tacto. La forma de colocar el dispositivo en forma de ordenador portátil es muy clara y simple, pero no precisamente cómoda cuando tenemos que trabajar fuera de la superficie de una mesa. Me explico: por la naturaleza de mi trabajo, muchas veces me encuentro en la tesitura de aprovechar un rato libre cuando estoy sentado en un banco, viajando en autobús, en tren o en avión, y no siempre se encuentra disponible una bandeja, o esta es demasiado incómoda (como me estoy encontrando en algunos vuelos de corta distancia, y en algunas aerolíneas low cost o de primer orden que tienen que rebajar precios). Es entonces cuando uno tiene que hacer uso de sus rodillas para ubicar el ordenador. Supongo que puedo decir que no es algo que solamente me pasa a mí, y que la mayoría de los que estén leyendo estas líneas habrán utilizado alguna vez o lo harán de forma habitual su portátil así. En el sofá de casa viendo la “tele”, sin ir más lejos... Pues bien, como los demás 2-en-1 que siguen esta configuración con un teclado que no es completamente rígido, y una estructura pensada para “aguantar” su pantalla más que fijarla (al revés de lo que pasa con las bisagras de los portátiles), la posición del Galaxy Book no es precisamente cómoda para trabajar fuera de superficies planas, y da la sensación continuamente de que va a caerse, aunque ello no sea necesariamente así, o por lo menos desarmarse. En esta tesitura, es mejor utilizarlo en formato tablet puro, sin el teclado, ya que nos será más cómodo para colocarlo, aunque al cabo de un rato prolongado de uso nos provocará la típica fatiga en las yemas de los dedos que se acostumbra a producir cuando trabajamos con pantallas táctiles. Además, una vez conectada la pantalla al teclado y armado el conjunto en forma de portátil, a lo largo ocupa más espacio que un ultraligero. Y ya que hablamos de conectar la pantalla con el teclado, el anclaje se realiza mediante una pieza central magnética, que nos permite encajarlo perfectamente con tan sólo acercarlo, y desmontarlo sin requerir ningún esfuerzo. En este sentido, muy cómodo y bien acabado por parte de Samsung.

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