El mercado de vivienda se reajusta en Cataluña

Por primera vez desde el inicio de la crisis, se produce un aumento en el nivel de confianza con respecto al sector de la vivienda. 

04/12/2014

Siguen siendo muchos los indicadores económicos en los que Cataluña es puntera dentro de España. Su Producto Interior Bruto (PIB) supera los 200.000 millones de euros, lo que supone el 18,8 por ciento del total del Estado. Cada año recibe 15 millones y medio de turistas extranjeros y sus exportaciones ...

Siguen siendo muchos los indicadores económicos en los que Cataluña es puntera dentro de España. Su Producto Interior Bruto (PIB) supera los 200.000 millones de euros, lo que supone el 18,8 por ciento del total del Estado. Cada año recibe 15 millones y medio de turistas extranjeros y sus exportaciones suponen una cuarta parte del conjunto nacional. Además, la aportación de la industria catalana al total nacional es de cerca del 25 por ciento, y su riqueza per cápita alcanza los 28.400 euros, frente a los 22.400 de media estatal.  

Una situación alentadora, aunque con matices. El informe Temas Candentes de la Economía Catalana, en el que la consultora PWC recoge los análisis de los principales empresarios de la comunidad, ofrece una visión moderadamente positiva, pero no unánime, sobre las perspectivas de Cataluña. El principal problema que se presenta es la elevada tasa de paro, del 22 por ciento de la población activa. Según los entrevistados, la recuperación será lenta y estará fuertemente condicionada por la reactivación de la demanda y por la reforma del mercado laboral. Estos dos factores son compartidos por la economía española, pero en Cataluña se constatan aspectos diferenciales que inciden en su futuro más inmediato: una es su vocación exportadora, que la hace menos dependiente de la demanda interna. Otro, la importancia de su sector industrial.

En este contexto, la evolución de un mercado inmobiliario que ha sufrido grandes cambios desde que, en el año 2008, estallara la burbuja, adquiere tintes cambiantes. En los últimos años se viene cocinando una situación radicalmente diferente a causa de la crisis. Los modelos anteriores se revelan desfasados para la situación actual, que requiere una clara readaptación a las nuevas circunstancias de la realidad económica.

La especulación, los elevados precios y el crecimiento desordenado, que eran marca distintiva del sector de la vivienda en Cataluña, son ya cosa del pasado. Según apuntan diferentes estudios llevados a cabo desde la comunidad, hoy se trata con un inversor más exigente, consciente de que en el sector inmobiliario la situación puede ser siempre mutable, y que, por lo tanto, analiza en profundidad hacia dónde dirige sus acciones: adiós al 'todo vale'.  

Además, y ligado a lo anterior, la industria inmobiliaria catalana está experimentando un proceso de profesionalización, como consecuencia del descenso de su rendimiento en los últimos años. Muchos de aquellos agentes meramente especulativos y advenedizos que, a principios del milenio, se vieron atraídos por la rapidez y facilidad de ganancia en la compra y venta de viviendas, ahora huyen de un negocio que ya no lo es tanto y que, además, se encuentra con un inversor mermado y mucho más exigente, tal y como se apuntaba más arriba. Otra novedad que se hace patente en Cataluña es la entrada de un nuevo actor en el negocio inmobiliario: los bancos, que han pasado de ser financiadores a protagonizar el mercado, por encima incluso del promotor tradicional y del vendedor particular. Son las entidades bancarias las principales propietarias de pisos y terrenos hoy en día, que de manera gradual han ido sustituyendo a un importante número de pequeñas empresas inmobiliarias, que se revelaron como insostenibles ante la nueva coyuntura.

Además, en la comunidad desde el año 2008 ha descendido tanto el precio de la vivienda como su demanda. La construcción de viviendas ha emprendido una bajada constante, a pesar de la cual no se consigue la absorción del elevado excedente por parte del mercado. Si en 2008 se iniciaba la construcción de un total de 28.302 pisos, el 11,8 por ciento del total de España, en 2013 fueron 2.777, lo que supone un descenso del 90 por ciento y representa, el 9 por ciento del total del país. La caída, por lo tanto, no solamente se refiere a los datos internos, sino al peso del sector catalán en el conjunto del Estado.

Cataluñasigue siendo líder en ejecuciones inmobiliarias sobre viviendas, con un total de 3.994 en el segundo trimestre del año, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, INE. Por otra parte, las buenas noticias proceden de la vivienda de segunda mano, que está dando pequeños síntomas de recuperación: en el tercer trimestre de este año, su precio aumentó un 3,2 por ciento, hasta los 2.051 euros por metro cuadrado, en comparación con el trimestre anterior.  Es la comunidad autónoma con mayor subida.

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