Nos encontramos frente un sector que ha visto como poco a poco se le han ido comiendo terreno. Los smartphones  han impactado con fuerza en la sociedad y uno de los grandes perjudicados ha sido, sin duda, el sector de la fotografía. La aparición de nuevos productos al mercado provoca, en algunas ocasiones, grandes efectos colaterales. Las cámaras fotográficas han disfrutado de un periodo de esplendor durante muchos años, pero con la irrupción de los smartphones han ido perdiendo terreno. Los teléfonos inteligentes han canibalizado parte de las ventas de las cámaras fotográficas y esto se ve reflejado en las cifras decrecientes.

En los últimos cuatro años el mercado de la fotografía ha visto cómo sus ventas caían año tras año. 2013 no fue la excepción y presentó una caída del 16% situando la facturación del subsector en los 279 millones de euros. Esta cantidad supone casi 200 millones de euros menos que lo facturado en 2010. Los consumidores españoles siguen prefiriendo las cámaras compactas y así lo reflejan las cifras. En nuestro país las únicas cámaras que han presentado crecimientos en sus ventas, tanto en valor como en unidades, han sido las compactas (+5% en valor y +14% en unidades). Las réflex pierden fuelle en las ventas con una caída del 19% en valor y un 10% en unidades. Pero las peor paradas han sido las cámaras con lente fija con caídas considerables tanto en valor como en unidades. Sus caídas se situaron en 2013 en un -26% en valor y un -30% en unidades.

Dentro de las cifras poco esperanzadoras encontramos un pequeño rayo de luz. Según la CIPA –Asociación de cámaras y productos para la imagen- sí hay un sector que ha conseguido crecer y lo hace con fuerza. Se trata del compuesto por las cámaras “mirrorless” (sin espejo en español), un tipo de cámaras que se encuentran por encima de las compactas y justo por debajo de las réflex, con un precio inferior a ellas y que están orientadas hacia un aficionado con mayores conocimientos de fotografía. Según la CIPA sus ventas se han incrementado un 24,4% en enero y febrero de 2014 frente al mismo período del año anterior. El aumento más significativo se ha dado en Europa y Japón.

Los consumidores tienen cada vez más claro qué función tiene la cámara del smartphone y la cámara de fotos “tradicional”. Una de las primeras cosas en las que se fija un consumidor a la hora de adquirir un smartphone es la cámara. Estos dispositivos cada vez más cuentan con mejores cámaras. Mientras que el smartphone reina en las fotos cuotidianas e instantáneas, aquellas que se toman con la familia y los amigos y que en una gran parte de las ocasiones compartimos en las redes sociales o se envían mediante mensajería. Si le sumamos la amplísima variedad de aplicaciones para Android e iOs que existen y el gran auge de algunas redes sociales como Instagram tenemos una combinación perfecta para que sigan creciendo las ventas de smatphones frente a las de las cámaras fotográficas “tradicionales”.

Una de las tendencias que está surgiendo con fuerza dentro de las cámaras fotográficas son las cámaras con estética “retro” pero con prestaciones actuales. La gran mayoría de fabricantes posee al menos una en su portfolio de productos.