Por José Carrasco, Fersay Group Entonces salieron varias cosas vitales para la supervivencia de las pymes y entre ellas como no la disciplina y la constancia, ambas imprescindibles para el mundo físico y el digital, ambas necesarias para cualquier transformación y cambio de nuestras pymes. Nada se consiguió nunca sin disciplina, ...
Por José Carrasco, Fersay Group
Entonces salieron varias cosas vitales para la supervivencia de las pymes y entre ellas como no la disciplina y la constancia, ambas imprescindibles para el mundo físico y el digital, ambas necesarias para cualquier transformación y cambio de nuestras pymes. Nada se consiguió nunca sin disciplina, los inventores, los mayores progresos de la humanidad siempre tuvieron que tener mucha disciplina y no digamos nada de la constancia sin la que la mayoría de avances no hubiesen llegado a materializarse.
Pues ambas hay que seguir aplicándolas indistintamente de las estrategias, de las innovaciones y de los cambios que debamos impulsar y hacia donde apostemos más bien sea solo el mundo digital o ambos en la combinación perfecta como recomiendan la mayoría de los expertos. Lo que complica la aplicación en el día a día de las empresas de ambas virtudes es que no vale con aplicarlas uno solo individualmente, sino que debe ser el equipo al completo el que lo tenga como hábito y eso cuesta más pero es el objetivo.
La satisfacción de clientes requiere de disciplina y constancia, la toma de decisiones, la elección de la estrategia adecuada, los servicios que ofrecemos, la relación con nuestros empleados y proveedores, nada escapa a ambas virtudes en una pyme. Hasta el análisis de tendencias y del entorno detallado y sereno para ver por dónde va el mundo y elegir el camino adecuado para nuestra empresa requiere de una gran disciplina y esfuerzo para mantenerse al día y de la constancia necesaria para no quedarse atrás.
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